El Blog Solidario de Luzblanca

EL trasplante de médula ósea es la única esperanza de curación para muchas personas que sufren leucemia y otras enfermedades similares. Sólo un 30% de los pacientes disponen de un donante familiar compatible. El 70% restante esperan que alguien, en algún lugar del mundo, sea solidario y se decida a donar. Actualmente las cosas han cambiado mucho y para donar médula ósea ya no es necesario pasar por una complicada intervención quirúrgica, sino que se puede donar a través de una sencilla extracción de sangre.
Solamente 10 millones de personas están registradas en el REDMO (Registro Internacional de Donantes de Médula Ósea) y la demanda de donaciones en todo el mundo es mucho mayor. Cada año se diagnostican en el Estado español 4.000 nuevos casos de leucemia. El 80% de enfermos de leucemia pueden salvarse si se dispone de un donante en el momento exacto en que el paciente se encuentra en condiciones de recibir el trasplante.
En la sociedad existen mucha desinformación y mitos alrededor de este tema. Pero las nuevas técnicas médicas, permiten por ejemplo, realizar las donaciones mediante una técnica denominada aféresis. Esta técnica, consiste en la extracción de sangre medular por una máquina que separa las células sanguíneas que se necesitan, reintegrando al torrente circulatorio el resto. Todo el proceso dura alrededor de tres horas, y no precisa ningún tipo de anestesia. Así, se pueden obtener las conocidas Células Madre, de la sangre directamente, tras la movilización de éstas, desde la medula ósea a la sangre, donde son recogidas a través de una vena del codo. Para movilizar estas células, se administra una medicación al donante durante cinco días, que aunque pueden causar algunas molestias como cansancio, dolor de cabeza y síntomas parecidos a los de la gripe, son totalmente transitorios. Las células obtenidas pueden ser administradas inmediatamente al enfermo receptor.
Las personas que se animen a ser donantes de médula sólo tienen que llamar o acercarse a cualquier Banco de Sangre para informarse en profundidad. Si nos decidimos, nos tomarán una pequeña muestra de sangre y pasaremos a ser donantes de médula ósea. A los pocos días, semanas o meses nos llamarán para ayudar a alguno de los enfermos que dependen de esta donación. Cualquier persona entre los 18 y 55 años, que no sufra afecciones cardiovasculares, renales, pulmonares, de hígado u otras enfermedades crónicas y que no tenga antecedentes de análisis positivos de los virus de hepatitis B y C y de VIH/sida puede donar sangre medular.
No existe ningún otro riesgo que el de la anestesia, que es muy bajo.
Donar médula ósea es hoy un procedimiento sencillo y puede salvar vidas. A veces ser voluntario y solidario cuesta muy poco pero se da un gran servicio a la humanidad.

Maika Etxarri