Hace una semana que acudimos a la presentación del libro de Gabriel Albiac en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (con tan bellas como interminables escaleras).
“Contra los políticos” es un panfleto: en el sentido más aceptable e ilustrado del término. Los lelos que se dedican a desprestigiar a quien como ellos no piensan con descalificaciones estilo: “ha escrito un panfleto”, se sonrojen por favor, o se dediquen a leer algo sobre el bello arte de saber escribir un panfleto.
Traspasado ya el umbral de tamaña tradición, he de decir que la desazón me invade: precampaña para mí es sinónimo de aburrimiento. Hastío de ver cómo nuestros partidos políticos se endeudan más –todavía más- con entidades financieras para uso y consumo de sus fieles: el merchandising no es barato. Y nunca sale gratis total. Nunca.
¿Qué esperar, a tal efecto, de esas superestructuras empresariales que están muy por encima de las siglas que manejan a su antojo?: las siglas ya no reflejan ideologías ni principios (sólo algunos cándidos individuos que las integran, tal vez), sólo son la máscara de intereses mercantiles de macro-grupos financieros. Su cara mediática es una, dos o más televisiones, algunos periódicos y, por último, la facción que más les interesa de tal o cual partido político.
Así, nos hallamos en pleno y relativamente nuevo invento: la precampaña. Guarden sus arcadas para después del precalentamiento, que todavía queda el festival de derroche, colorines y fotografías con sonrisas enormes, paraíso de cualquier médico estomatólogo…
Amén.
Iñaki, Veo que las elecciones no te motivan demasiado. No he leído todavía el libro de Albiac con el que muchas veces no estoy de acuerdo pero el Círculo de Bellas Artes es uno de mis lugares preferidos en este planeta. Allí he pasado ratos muy buenos. Saludos maestro Epicuro está usted muy ácido últimamente.