Desde la caverna

Platón representado en el incomparable fresco de Rafael "La Escuela de Atenas" con un modelo genial: Leonardo da Vinci“- Si después se le saca de allí a la fuerza y se le lleva por el sendero áspero y escarpado hasta encontrar la claridad del sol, ¿qué suplicio sería para él verse arrastrado de esa manera? ¡Cómo se enfurecería! Y cuando llegara a la luz del sol, deslumbrados sus ojos con tanta claridad, ¿podría ver ninguno de estos numerosos objetos que llamamos seres reales?
– Al pronto no podría –dijo.
– Necesitaría indudablemente algún tiempo para acostumbrarse a ello
(…)”

Famoso el dialógico relato platónico que inicia el Libro VII de La República. La caverna está llena de encadenados que, una vez más, contemplan engañados figuras sombrías representadas en la pared. Rotas las cadenas acontece lo arriba reseñado.

Vivimos, hoy, ahora, en la caverna. Paseo continuamente interesándome, interrogando, conociendo gente, reencontrándome a mucha más: no dejo de ver sombríos seres que se engañan y se siente a su vez engañados.

Nos zambullimos en la peor marejada económica desde el “crash” del 29. Tal vez sea ésta más larga y de peor solución. Como bien dice Platón necesitaremos algún tiempo para acostumbrarnos a lo que se nos ha venido encima: vivir en la incertidumbre económica y laboral.

No valen más juegos de creencias: cosmovisiones caducas y peligrosas como el comunismo, el fascismo o el nazismo (véase el terrible caso heleno).

Cuando algún buen amigo me plantea como solución al carcomido actual sistema un “socialismo real y no burgués” me acuerdo de los falangistas que reclaman “la revolución pendiente”. Sinceramente hay que desconfiar de toda alternativa que parta del hecho de la total disolución del individuo en la masa.

Plantear medidas estatalizadoras para todo aquello que no funcione se me antoja tan errado como quien hasta hace poco creía que detrás de todo lo público estaba Satanás.

Las engañosas sombras en esta caverna son múltiples: programas vomitivos en la caja tonta; una batallita de banderas en un próximo partido de fútbol; ideologías que sólo trajeron al humano miseria, represión estatalizada y eternas hambrunas; “brotes verdes” que uno solo encuentra a su paso por el parque y nunca, nunca, en la economía doméstica (la importante “microeconomía”).

La solución se presenta difícil y complicada: un poco de ética en el mundo de los mercados tal vez no vendría mal, perdóneseme la ironía.

Tal vez la búsqueda de un próximo modelo económico, con su correspondiente reflejo político, más sano, no deba confundirse con buscar el nombrecito de marras del mismo: otra vieja triquiñuela en esta caverna. Esta vez la búsqueda del nombre tal vez sea lo último. Dejemos las cosmovisiones que todo creen explicar de lado. Desconfiemos de quienes nos han acabado por hacer a todos los ciudadanos economistas (y por acertar tan poco como éstos)

Mientras continuamos andando por un “sendero áspero y escarpado” no hagamos el caldo gordo a lo que una vez denominé como “dictadura silenciosa”: nadie reconoce ante el vecino estar en el paro, en situación económicamente funesta e injusta…siguiendo intentar sobrellevar la vida con la incertidumbre apretándole el cuello mientras aparenta ser otra sombra más dentro de la caverna. Ello conlleva proyectar al exterior una imagen que corresponde al mundo de las apariencias. Y todo desde esta caverna…

Iñaki Oneca Agurruza

 

Imagen: Platón representado en el incomparable fresco de Rafael «La Escuela de Atenas«.

Acerca de epicuro

Alumno de todo, maestro de nada...
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3 respuestas a Desde la caverna

  1. Xabier dijo:

    Después de todo, y visto el panorama político general, no estaría de más un «rey filósofo´´, entiéndaseme.

    Pero de la caverna no sale nadie más que por sí mismo y esfuerzo propio individual. Sálvese quien pueda (quiera) y tonto el último.

    Al libro rogando y con el mazo dando.

  2. epicuro dijo:

    Pues sí Xabier, aunque precisamente por el panorama político general que comentas, tal vez el «rey filósofo» acabara en el cadalso: es uno de los grandes problemas. ¿Cuándo se creo esta «casta» política de personas que viven de ella (es decir, se sirven de ella cuando el puesto de un político en principio es una herramienta al servicio del ciudadano)?

    Realmente es una perversión de la Democracia terrible y que nos está imponiendo una losa más ante la que nos enfrentamos.

    Mientras como bien apuntas: esto es un sálvese quien pueda.

  3. Xabier dijo:

    En primer lugar, acabaría en el cadalso fijo, bien tachado de fascista o bien de progre, (o las dos al mismo tiempo, mejor dicho).

    En segundo lugar, no se creó dicha «casta´´, sino que se trata de un tumor de la condición humana que aun no hemos sido capaces de extirpar. El problema radica en que ahora tenemos, a diferencia de hace muy poquito, todos los medios para conocer, reflexionar, etc. y al fin y al cabo para saber quien huele a podrido y mandarlo al diablo. Pero no nos da la gana.

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