Contra la oportuna depresión.

Reflexionar, filosofar, es pensar contra alguien. Como bien dice el filósofo Gustavo Bueno, así como en matemáticas se puede rebatir a alguien por medio de fórmulas, en filosofía no es así: se filosofa en contraposición a otra forma de pensar. Así, si Vds. me lo permiten, sigo con esta serie de “Pensamiento Contra…”

Hoy es el día en que una más que oportuna depresión ha aquejado al otrora omnipotente hombre de Estado. Claro, es lógico. Ya en el 98 la plana mayor de su partido pidió que pudiera estar en “Nochebuena” en su hogar, dulce como el guirlache.

Pero fíjense que ahora resulta que este hombre de Estado tiene la depre en la cárcel: apúrense los funcionarios de prisiones en repartir folletos al respecto.

Resulta, pues, que ahora la cárcel deprime: que si los barrotes, las sombrías estancias, los malos modos, los riesgos, el no poder ver a quien uno quiera ni leer lo que se desee, ni siquiera correr…Claro que este último deporte sí se lo permitía, si tenemos en cuenta las imágenes de su estancia en la cárcel de Guadalajara junto a un obeso Barrionuevo (otro hombre de Estado).

Si además tenemos en cuenta, a modo de colofón, que últimamente poseía un módulo enterito para él, con la excusa del peligro de agresión (otro de los depresivos incovenientes que consigo trae la cárcel), las carreras diarias estarían más que aseguradas módulo arriba y abajo.

Pero pásmense que no todo queda ahí pues, según leo la noticia en la red de redes, el ex alto cargo de Interior ha pasado una larga temporada…en su casa. Controlado, ahí es nada, por un sistema de voz. Como cualquier recluso deprimido, vaya. El novedoso sistema consistía, según leo en la noticia, en que “(…) era controlado en su casa mediante un sistema de voz, consistente en un mecanismo que efectuada (sic) llamadas telefónicas a su casa, con el fin de que Vera repitiese una serie de frases. La comprobación del sonido permitía a Interior ratificar que el condenado estaba en su domicilio.”

Como Vera, verán que todos los reclusos son así tratados después de arramplar con el dinero de todos nosotros (sin haber devuelto un céntimo) en aras de la defensa de su sacrosanto Estado: la creación de un grupo parapolicial asesino el fin. Las armas no son gratis. Las recompensas tampoco. Los sobresueldos son lo que son si atendemos a su definición.

El prohombre de Estado ya ha obtenido su ansiado tercer grado recordándonos a todos lo triste que es estar en la cárcel.

Pero, desde Maquiavelo, sabemos que en realidad el hombre de Estado es puro y rocoso hielo. El hombre de Estado deja de lado a quienes se pudren en la cárcel por delitos que él mandó perpetrar. El hombre de Estado deja todo menos la frialdad de quien a un Estado, a un gobierno y, casi a un régimen dice representar (régimen que se perpetúa con Rubalcaba en Interior: ¿qué decía este señor sobre los GAL en los ochenta? Fíjense bien quién aplaude al Sr. X en la fotografía de la noticia de la cual pongo un «link» referida al año 1998…).

Nietzsche tenía parte de razón en su aforismo: “Un hombre de Estado divide a los seres humanos en dos especies, primero instrumentos, segundo enemigos. Propiamente no hay para él, por tanto, más que una especie de seres humanos: enemigos”.

La parte en que se equivocaba “el intempestivo” es en la siempre perseguida conveniencia del hombre de Estado a tener amigos en el poder: Rafael Vera ya está en la calle.

Estaba deprimido.

Acerca de epicuro

Alumno de todo, maestro de nada...
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3 respuestas a Contra la oportuna depresión.

  1. Buscador dijo:

    Querido Epicuro, si todos no somos iguales ante la ley ya vale cualquier cosa. Se acabó la legitimidad, se acabó la justicia. Triunfaron Maquiavelo, los cínicos, los ventajistas, los que pisotean la esperanza.

    Dos ejemplos en estos pocos días:

    el primero lo explicas tú en tu artículo. Qué más se puede decir.

    el segundo lo reclama el editorial de este períodico, hoy 29 de agosto de 2006. «Ni ETA, ni la izquierda abertzale histórica con la que se pretende la identificación política han recibido compensación alguna ni por el alto el fuego, ni por el control prácticamente absoluto de la violencia callejera, ni por el acatamiento casi vejatorio de las resoluciones judiciales respecto a su actividad y sus expresiones públicas».

    ¿Qué hacemos los que pensamos que no hay que compensar a nadie por dejar de ejercer violencia sobre los demás?

    A veces parece que el género humano no tiene solución.

    Un abrazo

  2. simplicius simplicisimus dijo:

    Mi querido amigo buscador, me extraña que usted se sostenga en un artículo de opinión que no deja de ser mas que eso, es decir una sola opinión.
    hasta donde se sabe que yo sepa nadie ha pedido ninguna compensación sobre nada.
    Las negociaciones sobre diversoa temas son otra cuestión, pero sobre eso amigo mío estriba otra discusión.
    Por cierto, permítame darle otros dato aleccionadores sobre «compensaciones»
    Ninguno de los acusados por pertenecer, crear, ejecutar, idear etc los diferentes aparatos del estado dedicados a la guerra sucia ha pasado mas del 10% de sus penas en la carcel.
    Veamos.
    General galindo. Condena 72 años por asesinato, secuestro y malversación. Cumplidos 2 años y cuatro meses.
    rafael vera. condena de 72 años por asesinato y secuestro y por apropiarse y no devolver 400 millones. Cumplidos 4 años. tres en libertad vigilada.
    Julen elgorriaga. Condena 24 años por secuestro y malversación. cumplidos 9 meses.
    Jose barrionuevo. condena a 7 años por delitos de terrorismo. Cumplió 2 meses
    ETC……
    Hay un miembro de los grapo que lleva 26 años en la carcel por los mismos motivos que los anteriores.
    hay 173 presos vascos que llevan la condena cumplida en sus 3/4 partes con lo deberían estar en la calle legalmente. Algunos hace 5 años deberían estar en la calle.
    Ahora amigo mío, se que los únicos que no pueden salir a la calle son los muertos. Todos los muertos. Lo se.
    pero hagamos que la ley se cumpla. No consintamos que se hagan compensaciones. pero es que yo solo veo compensaciones hacia un lado….
    ¿ ME EQUIVOCO ACASO?
    Si es así amigo mío estoy seguro que su sapiencia o la del amigo epicuro me pondrán las meninges en su sitio.
    Y como es de bien nacidos ser agradecidos, gracias de antemano. : 😉

  3. Buscador dijo:

    Querido Simplicius, no me sostengo en un artículo de opinión. Simplemente valoro la reclamación que esa opinión expresa como ejemplo de lo que no debe ser, esto es, la solicitud de suspensión de la ley para un caso determinado. Y así lo digo en mi comentario.

    También entiendo que un editorial no es un simple artículo de opinión. En los editoriales se expresa la opinión del periódico, que no es una sola persona y que, desde luego, tiene una capacidad de liderar opinión muy superior a la de un particular. En la misma medida hay que pedir responsabilidad al editorialista.

    Lal suspensión de la ley no debe producirse ni es lógico que se reclame. En ningún momento digo que se haya producido. Esto sería materia para comentar aparte.

    Dice usted que «nadie ha pedido ninguna compensación sobre nada». Yo entiendo que el editorial señala que «ETA no ha recibido compensación alguna» en tono de crítica, lo que significa que «debería haber recibido alguna compensación».

    Y, finalmente, usted me presenta un racimo de casos en los que la ley se aplica de manera diferente a unos que a otros. Me da la sensación de que los presenta como argumentos contra los míos, pero de ningún modo es así. Precisamente mi comentario primero es una protesta contra ese desastre. Precisamente apoya la crítica de Epicuro sobre el trato de favor a Vera. En todos los casos debe prevalecer la igualdad de todos ante la ley. Eso y no otra cosa es lo que digo. Y, una vez aclarado eso, critico el contenido del editorial de hoy, que me parece que argumenta en sentido contrario. Lejos de mi la defensa de compensaciones o privilegios para nadie.

    Creo que hasta aquí podemos estar de acuerdo. Y supongo que a partir de aquí ya no lo estaremos: a mí sí me parece que de modo discreto o descarado se suspende la aplicación de las leyes en los dos sentidos. Hay agentes de violencia de estado con bula para funcionar y hay instigadores de la exclusión y de la violencia a quienes no se les aplica la ley porque toca «tener en cuenta el contexto social y político». Mi desaprobación en todos los casos.

    (¿Hay algún resto de ironía en su alusión a «mi sapiencia» o «la del amigo Epicuro»? Yo no me considero sabio, todo lo más un Buscador).

    Un abrazo, Simplicius.

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