Prometiendo de antemano volver a cuidar con más mimo y hasta con detalle este descuidado Jardín, vaya por delante una reflexión típica de lo que algunos despectivamente denominan: «EgoBlog». Bien, en este Jardín/Blog no siempre fue el análisis de la ingrata actualidad desde el punto de vista de la Filosofía Política, lo que se prima. También se trata de lo que este aspirante a jardinero reflexiona mientras se esmera en sus ingratas tareas. Esta última de mis humildísimas reflexiones ha venido al hilo de una canción y de una entrevista donde el maestro Antonio Escohotado, siempre lúcido, recordaba cómo la inteligencia llamándonos a entender nos enseña lo esencial de la elegancia, de elegire, elegir…
Me encanta esta alegre canción de Bob Seger…la escucho mientras pateo cada mañana (hoy a dos bajo cero) y su calidez me hace ir más deprisa que el mismo frío. Su letra es curiosa. Habla del azar…de elegir, del amor y la ludopatía (tengo vicios: ese último no es uno de ellos). Pero la vida no deja de ser un gran casino donde jugamos nuestras cartas con mayor o menor fortuna (es el «saber elegir» de los clásicos). Y con un clásico al respecto -y al que tengo gran afición- les dejo para acompañar tan genial canción, tan genial letra: Baltasar Gracián.
«Vivir es saber elegir. Se necesita buen gusto y un juicio rectísimo, pues no son suficentes el estudio y la inteligencia. No hay perfección donde no hay elección…»
(El Arte de la Prudencia; parágrafo 51: «Saber elegir«)