Encierro estival.

Mientras tú sudas en la playa: nosotros sudamos sangre (neuronal). Mientras vosotros os bañáis en un río rodeado de verdes montes: nosotros nos bañamos en nuestro jodido sudor entre montañas de libros. Mientras ellos debaten y debaten lo mal y lo bien que va todo en el Parlamento: nosotros nos decimos que tal vez algún día seremos mejores que tanto poltronero listillo.

Es verano. Se dice que la ansiedad se dispara. Es verano y me siento como los asqueados – con su manager, entre ellos y con todo dios – Sex Pistols ante el Muro de Berlín. Rotten escribe arañando el papel, mientras espera en vano la “llamada del comunismo”, encontrándose con que su sonido “es un sonido circular en una pared de 2 pulgadas”: la claustrofobia mirando a la RDA es nítida. “Holidays in the Sun” suena igual a treinta años vista.

No hay vacaciones, de momento. Alguna escapada nada más. Rápida. Lo justo para no disfrutarla. Lo demás no es sino ver Pamplona, esta ciudad que cuando se lo propone me asfixia lo indecible: por su estrechez mojigata y por estar llena de histéricos al volante. ¡Cuánto la añoro en la segunda mitad de julio, vacía, con esa gratísima imperante sensación de irrealidad! Pamplona, hoy, ahora, es mi Muro de Berlín. I’m Sorry.

Pero nos dicen ahora sesudos sociólogos y psicólogos que la tranquilidad debe aflorar: el virtuoso “justo medio” de Aristóteles y que tanto empleara el cristianismo para sus fines a través de Santo Tomás de Aquino y tan denostado – odiado incluso – por Sir Bertrand Russell, es el “nuevo” remedio.

No quiero virtud. No quiero seguir aquí. Pero me evado. La música lo consigue. No es posible de otra manera. Me evado. Hace dos semanas pudo conseguirlo un Van Gogh en su terminal esplendor. La pasada semana una buena cena con amigos. Ramalazos de libertad: no más.

Disfrutad. Mientras, algunos, seguiremos preguntándonos:
¿cuándo coño llegará septiembre?

Disfrutad, malditos.

Acerca de epicuro

Alumno de todo, maestro de nada...
Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *