En eso, y no otra cosa, se está convirtiendo la autocomplaciente y envidiosa Europa: una masiva fuga de cerebros. Más si cabe teniendo en cuenta que la otrora tolerante Holanda comienza a ir a la cabeza.
Porque al final, los hechos concatenados indican algo: el intento de asesinato del alcalde parisino por “homosexual y socialista” por parte de un niñato fundamentalista de los que abundan en la ciudad del Sena; el asesinato de un sacerdote en Turquía a manos de un niñato fundamentalista; el asesinato, en fin, de Theo Van Gogh por, sí, un niñato fundamentalista.
Todo ello no indica nada, parece ser. Que nuestras sociedades cambien no justifica dichos hechos: el multiculturalismo es el mejor pasaporte para un mundo-rompecabezas. Peor todavía: para ciudades rompecabezas. Cuando el mundo tiende a lo contrario: al mestizaje en todas sus formas.
Cualquier práctica religiosa se debe, repito, se debe antes al Estado en la que se halla. Los tres niñatos nombrados creían en derechos, no en deberes. El asesino de Van Gogh, sorprendió por su frialdad: definitivamente la policía es tonta. Al menos la holandesa. ¿Cómo sorprendernos de alguien que cita literalmente (literalistas, rigoristas, wahabíes, son apelativos no gratuitos) pasajes del Corán para justificar su crimen? Al parecer no tenía nada contra él a nivel personal –decía el nene asesino- pero El Libro manda y yo obedezco…
Él tenía el “derecho” a defender su práctica supersticiosa, Theo Van Gogh a lo visto no tenía derecho a vivir invocando la libertad de expresión. Algo casi sagrado hasta hace poco en Holanda.
Ayaan Hirsi Ali, fue la guionista de la película de su amigo Van Gogh (del que muchos necios en este país llegaron a tildar de extremista como si fuera la excusa para que el “pobre” muslim apuñalara y disparara al odioso occidental), guionista -decía- de “Submission” , y ahí es donde les dolió, pues el Islam no significa otra cosa: sumisión. Ni paz ni amor: sumisión y derecho de conquista ( «(…)la llegada del mahometismo es fruto del azar, y que esta secta no se ha extendido por la vía de la persuasión sino por la conquista» Montesquieu dixit: léase las “Cartas persas”).
Hirsi Ali sabía bien de qué hablaba en el guión para su amigo Theo: somalí exiliada, sufrió en sus carnes la “piadosa y santa” y, sobre todo, “cultural” tradición de la ablación, de la clitoridectomía, practicada en no pocos países musulmanes subsaharianos.
Hirsi Ali no hablaba de otra cosa que del indecoroso papel de la mujer en el Islam: no ciudadanía, no persona, no voto, no presencia al lado de marido (siempre unos pasos por detrás): una sombra. Sombra tapada y sin posibilidad de mostrar más que los ojos, a veces. Mujeres que además de sexualmente mutiladas, tienen en sus “poseedores” a los maltratadores oficiales: pegarles no cuesta nada. La mujer es, ante todo, una posesión. La pagó la dote: Alá así lo quiere.
Theo Van Gogh podía ser un provocador (cosa sanísima), pero no un extremista. Ésa es la diferencia que un idiota fanático no entendería jamás: por eso Voltaire es el nuevo provocador a asesinar…en las escuelas francesas, como así lo piden los muslims franceses.
Si algunos, como vemos, matan a vivos, ahora se mata al ya muerto: su memoria. Bonito multiculturalismo sí.
Ayaan Hirsi Ali va a ser expulsada de Holanda. El haber pasado antes por Alemania (que recomienda ahora a los posibles visitantes del Mundial de Fútbol “no blancos” el no pasar por ciertas partes del Este germano ante los más que posibles ataques de neonazis) hace que su compañera en el partido liberal: Rita Verdonk, ministra de Exterior, haya resuelto expulsarla en menos de 48 horas, trámite que en otros casos ha llevado a la tal señora bastante más tiempo. Otros casos menos molestos, naturalmente.
Ayaan, la inteligentísima Ayaan que comenzó limpiando y acabó forjándose una carrera académica, que pasara con gran decepción por el partido socialista de Holanda precisamente por lo endebles de sus ideales con respecto al multiculturalismo y en especial sobre el Islam, debe volver al exilio. La desazón: que huya de amenazas (vivía continuamente con agentes de seguridad) y de las puñaladas traperas de un Estado como el holandés: el mismo que acogiera a Spinoza y a tantos judíos sefardíes perseguidos; el mismo que tan larga tradición de acogimiento presumiera ante el mundo. Queda la denuncia del propio primer ministro Balkenende como única salvedad.
El exilio que le queda son los EE.UU.: definitivamente, van a tener razón los más mediocres de entre las izquierdas y derechas más rancias de la vieja y podrida Europa al tener tantísima envidia a aquel país. Hasta un comunista convencido como Sartre habló en contra del antisemitismo y algunos no se quieren enterar. Como para defender a una chica somalí que da guerra en los debates televisivos a barbudos intolerantes que le insultan por mala musulmana y por mujer (más por lo segundo que por lo primero).
Ayaan parte de nuevo al exilio.
Y Europa sigue viendo la televisión.
Amén.
Sirva como complemento al presente artículo el acertadísimo editorial de hoy del diario El País, cuyo «link» pongo más abajo.
Parece que pensar todavía no está de modé:
[Enlace roto.]
Querido Epicuro:
la lectura de su artículo me ha provocado algunas reflexiones sobre esta debilidad extrema que paraliza a Europa, que nos paraliza. Estamos instalados en un materialismo egoísta y cómodo, eso es evidente. Pero no parece fácil encontrar una razón para complicarnos la vida cuando nuestra propia falta de valores trascendentes nos aconseja no tomar nada verdaderamente en serio. Si no tengo nada más que a mí mismo ¿qué puede haber que valga mi sufrimiento? ¿Porqué salir de mi confortable circunstancia si mi tiempo termina en mí?
Quienes sí poseen valores trascendentes, quienes creen que su vida no es todo, sino parte de algo más grande que la incluye y la insemina, la hace permanecer más allá de la propia muerte en paraísos prometidos o en vectores colectivos que comparten historia, esto es en «pueblos» o «razas», estos presentan un vigor y una capacidad de sacrificio infinitamente mayor que la nuestra.
Mientras defendemos nuestro derecho a dudar ellos no dudan. No tienen más razón, pero no dudan. No tienen más razón, pero se comprometen, y en su compromiso nos arrastran a todos.
Por eso un creyente musulmán, o cristiano, son capaces de correr riesgos, y por eso nos ganan todas las partidas a los volterianos. La mayor parte de los que creemos que Ayaan merece otro trato, que le estamos fallando y que nos estamos fallando, sabemos además que esto traerá factura y que la pagaremos todos. Pero sólo aspiramos a no pagar nuestra parte, o a que el pago sea menor que el riesgo que afrontaríamos manifestando nuestro pensamiento. Date por perdida Ayaan, si quienes estamos de tu parte sólo somos cobardes librepensadores, dubitativos perpétuos, pesimistas refugiados en el hedonismo. Todo lo más, escribiremos desde el anonimato.
A otra escala, pero más cerca, acabo de leer que la Apyma de una escuela pública, creo que de Allo, a condenado por su propia cuenta a un maestro, sin necesidad de garantía jurídica, sin necesidad de juicio, sin posibilidad de defensa. Al parecer este hombre está acusado y pendiente de un expediente investigador abierto. Sin embargo la Apyma no necesita esperar al veredicto, lo declara culpable y le aplica condena: es repudiado por la comunidad escolar, los hijos de la Apyma no van a la escuela.
Hay en este caso algunos datos estremecedores: 1) el acusado está pagando condena antes de verse el juicio; 2) la Apyma actua a cara descubierta y, lejos de encontrar el rechazo social e institucional, consigue que los no afectos, al menos, callen; 3) se implica a niños de primaria, en una de las lecciones más terribles que van a aprender en su vida.
Si finalmente el acusado no es culpable ¿quién le restituirá el terrible daño moral que se le está causando? ¿Quién enseñará a los niños a mantenerse dentro de las normas y de las garantías de un estado de derecho?
Lamentablemente, creo que en este caso la Apyma es el ayatollah y por eso somete a los razonadores egoístas y cobardes. No tienen razón, pero no dudan. Se manifiestan y nos hacen retroceder. Sólo esperamos que no nos pase un día lo que a Ayaan, al maestro condenado sin juicio, a tantos arrollados por los integristas que no dudan.
El caso es que yo no le veo solución, porque por más que lo intento no consigo hacerme con algún valor trascendente o colectivo que me saque de mi anónimo sillón.
Lamento propagar mi pesimismo, pero creo que quien por estos jardines transita ya sabe un poco a lo que viene.
Gracias, Epicuro, por su hospitalidad.
Saludos.
Apreciado Buscador:
Realmente lo que de sus palabras se desprende es un sentimiento descorazonador. Realmente de lo que yo me hago eco, de lo que yo mismo pienso y expongo, también.
Porque la única arma defensiva ante el advenimiento de lo que André Glucksmann denomina «nihilismo«, es, a mi modesto entender: el Estado de Derecho en sus más firmes convicciones: las que fraguaran los Ilustrados, para empezar.
Pero Montesquieu fue asesinado por alguien con apellido belicoso por estos lares, y la cosa sería de broma sino fuera cierto. El hecho de que aquí existan «asociaciones de jueces» me parece, cuando menos, suicida. Si unos son «Jueces por la Democracia«, indican con su pomposo nombre el hecho de que cualquier otro juez que con ellos no comulgue no sea demócrata. Los otros, «los jueces conservadores«, todavía no explican qué es exactamente lo que aspiran a conservar. Véase el ejemplo inglés en esta materia y se comprobará, al menos, un primer mensaje esperanzador. Ahora, en Francia, tras años y años de dislates, se «recula» a marchas forzadas (ejemplo: negación del ¿derecho? de las muslims a ponerse el velo para la fotografía del carné de identidad, etcétera).
Casos como el que Vd. tan bien trae a colación (el caso de la escuela pública de Allo), no hacen sino representar desde un hecho puntual otro más general: somos una sociedad aborregada que harta de sus propios valores se dedica a instigarlos, perseguirlos, a sospechar de ellos. Todo, eso sí, envuelto en esta tétrica por silenciosa dictadura de «lo políticamente correcto». Europa se suicida como siempre: de la manera más tonta.
Al menos nos queda Internet, periódicos como Diario de Noticias que nos dejan existir, al menos…
Pero el futuro no lo veo precisamente color rosáceo: Europa se harta de sí misma abotargada. Y no es la primera vez que lo hace: las dos anteriores fueron aburrimientos de terribles consecuencias.
Que no quede nuestra perspectiva, querido Buscador, como triste por pesimista en una Europa inhóspita intelectualmente hablando: nos queda el coraje, el arrojo de seguir en la brecha que Ayaan Hirsi Ali y tantos otros han abierto. De llamar, como decía el bonachón de Revel en un perfecto español (casi raro en un francés): al pan pan y al vino vino.
Otro mensaje alentador: no concibo este blog sin sus comentarios.
Saludos.
Querido Buscador:
Perdone que me dirija de nuevo a Vd., pero como quiera que uno al publicar «en papel» en Diario de Noticias algún que otro artículo, y como quiera que por ello ya he sido objeto de algunas -pocas- malas caras y de personajuchos que me dejaron de hablar, pongo mi nombre. Generalmente, es curioso, cuando alguien te deja de hablar por escribir algo que no entra dentro de su geométrica forma de pensar, lo primero que te dice es «no entiendo nada de lo que escribes» 😆 Característico ¿no? Al menos, así me ha sucedido. Conocidos hay muchos: amigos pocos y dentro de éstos no se dan esos casos.
Definitivamente ha removido mi conciencia: ¿podrá ser el anonimato una excusa para los fanáticos?
Para mí ya hace un tiempo: no. Ahora, menos.
Saludos amigo Buscador. Siga llamándose así, lo anterior era una cuestión personal.
😉
Justo es la clave de este asunto. El anonimato del que usted ha salido y yo no.
Pero es que la coherencia con el desencanto nihilista implica no comprometerse en empresa alguna que sobrepase la satisfacción personal.
Yo disfruto explicando mi punto de vista y compartiendo el debate, sobre todo si hay respeto y agudeza. Obviamente, si lo hago desde un seudónimo obtengo sólo la parte buena sin mezcla de mal alguno. Cabe señalar en este punto que mis opiniones no suelen ser coincidentes con la «corrección política». Vivo en rodeado de «progres», «intelectuales» y «artistas» y me da pereza estar todo el día puntualizando y dando la brasa con mis discrepancias.
Si me expongo a las consecuencias de que mis opiniones sean conocidas por quienes pudieran sentirse con derecho a castigarme, mi pensamiento, y yo mismo, somos más valiosos y eficaces, pero hay factura.
No me siento orgulloso diciendo esto pero, al menos, me siento más seguro.
No sé en qué medida esta cobardía se debe a que vivimos en un entorno especialmente intransigente con los discrepantes -quizás todos los entornos lo son- o si simplemente es una característica de mi manera de ser. «Sensibilidad enfermiza». «Incapacidad para soportar el rechazo». Quizás algún día me gaste unos euros en que me explore un profesional.
De todos modos, voy haciendo progresos: antes era simplemente «Invitado» y ya soy «Invitado. Buscador».
Gracias Iñaki por darme cobijo en tu «blog».