Hu Jintao ríe. Bill Gates no sabe hacer otra cosa. Los dos ríen en la rica mansión del último. El presidente chino ha prometido esforzarse todo lo posible para “proteger la propiedad intelectual”. Como lo oyen: en el país que cuadró el círculo diciendo (de manera inversa a Marx) que de pura sobreabundancia socialista se pasaba, de la noche a la mañana, al capitalismo. Capitalismo con careta dictatorial: economía capitalista y dictadura comunista, salvajes ambas por nula libertad individual.
El país que le hace a uno “propietario” de una bala, pues de comprarla hablamos, que será la que asesine a su nuevo dueño. El Estado no se puede permitir derroches: más de 4.000 personas son ajusticiadas al año en el país del “Gran Timonel” (aquél rencoroso y paranoico viejecito –enfermedades de dictadores todos- que contagiaba enfermedades venéreas a todas sus jovencísimas amantes por no dignarse a lavarse en meses).
Ya el más famoso buscador que todos empleamos en Internet, se bajó los pantalones hasta los mismísimos tobillos con el tema: el Estado Socialista era “propietario” de su censura. Hágase la prueba si no con una palabra que a los que entonces contábamos con 18 años, dice mucho: Tiananmen. Aquella fascista masacre se ve vilipendiada haciendo uso de dicho buscador: compruébese la diferencia si no entre Google España y Google China
Castro ha hecho lo mismo con el acceso a los ordenadores en “su” (propiedad) Isla. Los disidentes del régimen caribeño hacen sus crónicas por vía telefónica (véase a modo ilustrativo la página: www.cubanet.org) algo también criticado por Reporteros Sin Fronteras.
Imagínense hacer lo que yo tengo el lujo y el placer de hacer: un blog. Impensable en Cuba, más si cabe en la “socialista” China.
La visita de Hu ha sido duramente criticada por Human Rights in China (HRIC) (¿Dónde está Hu ahora? Es su título). Según Reporteros Sin Fronteras, 49 “ciberdisidentes” y 32 periodistas se encuentran encarcelados en China por publicar artículos en los que critican a las autoridades.
Las dictaduras, ríen. Hu ríe. Bill Gates ríe. “¿Por qué la risa? ¿Por qué?” se pregunta Martin Amis en su psicológica disección de Stalin en » Koba el Temible: La risa y los Veinte Millones«. Stalin decía: “La muerte soluciona todos los problemas. No hay hombre, no hay problema” y la carcajada posterior retumba en el fondo de la Lubianka.
El dictador actual también se carcajea. Sonriamos, leve y escépticamente al menos, para de ellos diferenciarnos. La sonrisa es mucho más inteligente. Y no le hace el juego a dictadorzuelos.
[code:1][size=12][size=9][color=green]De todas formas que la información se manipula es un tema tan evidente que no entiendo porqué nos sorprendemos.
Acaso por estos lares creemos que con internet prensa escrita y … las ondas … ¿estamos informados?.
Sólo sabemos y sabremos lo que quieran que sepamos.[color=green][/color][/color][/size][/size][/code:1]
Comparto su pesimismo, aunque mejor sería decir realismo (tal vez haya una relación de causa-efecto entre ambos estados). Estoy completamente de acuerdo con Vd., salvo en lo de Internet: considero que todavía existen cauces por los cuales la información nos llega «mediatizada», pero que nos es más fácil (mucho más fácil y a golpe de tecla) de contrastar con otras opiniones para formar la nuestra, es evidente.
Tampoco estamos libres de pecado: al final nos gusta leer lo que más de acuerdo esté con nosotros. Probablemente sea la pescadilla que muerde su propia cola.
Muchas gracias por su comentario.