Inicio > Sin categoría > La música del entendimiento

La música del entendimiento

viernes, 20 de marzo de 2009 Dejar un comentario Ir a comentarios

Dirección y guión: Tom McCarthy. Intérpretes: Richard Jenkins, Hiam Abbass, Haaz Sleiman, Danai Gurira, Maggie Moore, Richard Kind, Amir Arison y Marian Seldes. Nacionalidad: EEUU. 2007. Duración: 103 minutos.


Creo haber leído a Juan Goytisolo una expresión sobre la mudanza humana que venía a decir que «cuando uno se va, es que ya se ha ido». Algunos considerarán esta frase una verdad de perogrullo pero, como toda verdad, su naturaleza reclama más hondura de la que aparenta y más sentido del que se desprende de una ocurrencia ingeniosa. En eso pensaba cuando al cruzar dos películas en la cartelera, Gran Torino y The visitor , percibo que ambas están comprometidas con dos conflictos: la emigración y el desmoronamiento del sueño americano. En ambos títulos sus principales protagonistas parecen náufragos en medio de una sociedad en la que no se reflejan, zombies en un mundo de muertos, extranjeros en su propia casa rodeados de gentes provenientes de «otras américas». ¿Cine post-Obama? Justo lo contrario. Ambos títulos preludian la certeza de que algo ya había cambiado en EEUU antes de la llegada de Obama. Ese algo afecta al propio paisanaje americano y a sus propias esencias.

En The visitor se convocan algunos síntomas demasiado estimables como para no tenerlos en cuenta. No es casualidad que Richard Jenkins, un eterno secundario de silencios poderosos y de presencias esquinadas, sea su protagonista. A su juicio, su personaje, el único estadounidense cien por cien en un filme habitado por emigrantes sin derechos ni ciudadanía, es el verdadero visitante. En algún modo, a su personaje, como al de Eastwood en Gran Torino , se le ha parado el reloj. En ambos casos, la muerte de sus respectivas esposas, les han dejado sin norte en una sociedad en la que los hijos apenas son presencias sin fuste, referencias sin carnalidad. Tom McCarthy, un director muy particular que en Vías cruzadas hacía filigranas sentimentales con carne de batalla, se reitera en su querencia por historias amables habitadas por personajes singulares. McCarthy es de los que miman a sus criaturas.Conocedor de su tendencia al buenismo trata de dibujarlas con aristas pero éstas pronto se disuelven. Es cine de buen rollo y firme crítica que se cuela por la nobleza de los personajes y por la bondad de su historia. Ahora, tanta azúcar pone McCarthy que habrá quien olvide que The visitor relata una historia trágica.

Categories: Sin categoría Tags:
  1. Sin comentarios aún.
  1. Sin trackbacks aún.
Debes estar registrado para dejar un comentario.