Lecturas malditas
El poder que encierran los misterios es fuente inagotable para los novelistas. Cosas horribles que no pueden mirarse, libros malditos que producen la muerte a quien los lee. Ejemplos hay miles. Véase el “Nombre de la Rosa” o un libro de Harry Potter como ejemplo más cercano.
Cuando uno lee cosas de esas o ve rostros indebidos, los sujetos tienden a morir o entrar en estados catatónicos de los cuales es muy dificil salir; vamos, un mal rollo.
Algo así pasa con el sumario instruido en Aoiz sobre el caso Egüés. Una juez que imputa a una serie de personas sin pensarselo dos veces y luego pasa lo que pasa.
Pide investigación a la Foral sobre cuentas, empresas, etc de esas personas.
Pasan los meses, crecen las presiones… y ¡voila!, ya estamos ante un nuevo caso de un sumario que nadie puede mirar so pena de quedarse aletargado, congelado, petrificado o algo parecido.
No vean Uds. las movidas que hubo ante obligatoriedad de investigar a Conchita Flores y sacar las cuentas de su empresa y de Castillo de Gorraiz. Todo ello, a ojos de los humanos, iba a producir un efecto pernicioso de efectos irreversibles.
Poder bucear entre las cuentas de la empresa que ha vendido viviendas a media clase política de Navarra es una circunstancia desaconsejable y desaconsejada.
La solución fue sencilla. Se dicta un auto para investigar a los imputados y el informe obvia investigar a algunos. Ni Flores, Ni el ex-senador del PP Mariano Alvarez, ni al ex-gobernador civil de PP Galo Barahona.
¿Es o no es sencillo?
Luego dicen que esto es un cortijo….
Foto: persona que vió el borrador del informe