Francia sumisa

Es martes y…

Nueva cita electoral en la vieja Europa y nueva derrota de los que esperaban un cambio de rumbo. Esta vez era Francia la que tenía que elegir, y ha elegido. Macron y Le Pen se verán las caras en la segunda vuelta, mientras dan la espalda a una masa anestesiada.

Y no será porque ​no había donde elegir. La debacle de los partidos clásicos y la efervescencia de nuevas alternativas ponían encima de la mesa un abanico de posibilidades entre las que resistía algún gramo de decencia. Sin embargo, el recuento ha sido tajante. Los inventores de la guillotina han pasado por el filo buena parte de su pasado de libertad, igualdad y fraternidad. Queda el lema y poco más.

Ahora, en la segunda vuelta, tendrán que posicionarse a favor del ultraliberalismo antipersonas o el nacionalismo xenófobo. Menudo cuadro les ha quedado. O Guatemala o ‘guatepeor’. Y, sinceramente, no sé quién es quién.

Vuelve a ganar el fantasma, la sombra oscura del poder. De las urnas sale banca o raza blanca, ¡qué pastel! Mientras la alta esfera ríe, la ‘troika’ se despelota. Y el pueblo que, desangrado, ha olvidado lo que vota.

«Ni patrie, ni patron. Ni Le Pen, ni Macron».

Despiertos y combativos

Es martes y…

Alberto Garzón, una de las pocas mentes lúcidas que nos quedan por estos lares de miseria moral, compartió, no hace mucho, la vivencia de un profesor de la Universidad de Salamanca que produce vértigo.

Resulta que, año tras año, el primer día de clase realizaba siempre las mismas preguntas a sus alumnos y, curiosamente, casi siempre obtenía las mismas respuestas. Las cuestiones venían referidas a los peores gobiernos del mundo y el nombre de sus dirigentes. Rápidamente, saltaban a la palestra Cuba, Venezuela, Castro o Maduro. Sin embargo, ninguno de ellos había visitado esos países situados a miles de kilómetros, ni había indagado en exceso sobre los mismos.

Inmediatamente, el profesor les preguntaba por el nombre del presidente portugués, y, a pesar de lindar con Salamanca y de que la mayoría de los alumnos había estado en Portugal, obtenía un silencio por respuesta. Tras una pausa meditada, les lanzaba la siguiente reflexión: «¿Quién está pensando por vosotros?».

No se trata de juzgar las miserias y grandezas de cada nación, no es una cuestión de compartir o rechazar su forma de actuar. Basta, tan solo, con depurar y contrastar la información, que acostumbra a llegar amputada y con ganas de infectar.

Que no te vendan la moto de buenos y malos. Que no te cuenten la historieta del paraíso feliz. Que no te domen a base de zanahoria y palos. Que no te ganen la partida de pensar por ti.

Un paso más

Es martes y…

Debería ser un viaje sin retorno, sin billete que devuelva lo avanzado. Un testigo que no suene a tiro sordo, un entorno sin balas ni camuflados.

Este pasado sábado se escenificó en Baiona la entrega del arsenal que ETA todavía guardaba en su poder, haciendo participe a varios representantes de la sociedad civil que quisieron unirse a un acto de enorme profundidad. Con mucha mayor simbología que relevancia puntual, no es sino un paso más en el eterno camino hacia una paz verdadera, sin apellidos ni dictados.

Nada, absolutamente nada, puede justificar la sangre ajena, el sometimiento agónico o la imposición totalitaria. Y eso, vale para todos. Los años de incertidumbre soterrada, bajo una nube perenne que se resistía a romper, tienen que dar paso a una luz sin remilgos, con memoria y sin espinas. Cada zancadilla, llena de demagogia y oportunismo, es una piedra gigante de irresponsabilidad, que, aún así, no podrá interrumpir un paso firme y decidido.

Es hora de la empatía, de la mano y la mirada. Es la hora del recuerdo, del presente y el mañana. Es la hora de los puentes, de la voz en la batalla. De luchar con la garganta, con ideas, sin metralla.

El resto del viaje está por escribir, teniendo siempre presente que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.

Un país serio

Es martes y…

El juez ha hablado. Aquí no se hacen bromas ni chistes sobre nuestros gloriosos antepasados, que somos un país serio. Ésto no es una república bananera con acento latino donde votan a cualquiera. Faltaría más.

La sentencia es clara, rotunda, firme. Condena de cárcel a quien se atreva a bromear, con según qué cosas claro. Cuarenta años de maquillaje son demasiados años para pretender que el colorete no se desgaste y no se vea el verdadero tono que esconde esta democracia. Hija de padre, sobrina de muchos. Cada vez más oxidada, cada vez menos de verdad.

Que no se te ocurra el chascarrillo, no molestes a los pistoleros. Antes pasabas por el cuchillo, ahora solamente prisionero. Así funciona este​ tinglado, en el que gobiernan los de siempre. Y homenajes, con cuidado, salvo el 20 de noviembre. Ese día hay barra libre, y brindis con tres de hielo. La justicia se va al cine, si alzas el brazo hacia el cielo.

Pero tú tranquilo, te dirán en las noticias. Disfruta en esta patria de código bucólico. Ya te mostrarán, de otro país, las injusticias, y sus cárceles llenas de presos políticos.