Naturalmente

Es martes y…

Esa sensación de formar parte de un todo en armonía, ese misterio de un sistema sin verdugos ni torturadores. Ese lugar donde el silencio está lleno de polifonía, ese mundo sin dioses que griten ni reyes devastadores.

Un paraíso roza nuestra mirada cada día, nos llama con susurros afinados y abanica nuestro temple desnortado. Sin embargo, nuestra feroz y salvaje decadencia nos mantiene ciegos con luces artificiales, sordos de metralla publicitaria y mudos hablando todos a la vez. Lo estamos rompiendo a mordiscos, sin darnos cuenta de que somos esclavos de todo y dueños de nada.

Ella, paciente, serena, madre, sigue manteniéndonos su fe. De ella bebemos, en ella dormimos, con ella queremos, en ella morimos. Sin ella caemos, sin ella matamos, sin ella perdemos, sin ella sangramos. Nos abriga con el fuego de sus venas, en sus cuencas de colores nos acuna. Cuando preparemos nuestra última cena, ella, seguirá siendo el espejo de la luna.

Infinita esencia, implacable fortaleza. Amor sin sentencia, bendita naturaleza.

Sentenciados

Es martes y…

Decía Sócrates que el conocimiento nos hace libres. Siglos después, miles de mentes privilegiadas mediante, y un necesario país de pandereta de por medio, ha aparecido Doña Cristina para llevar la contraria al filosofo griego. Ella no sabía nada, ni se lo podía imaginar. Cualquier día de estos me paso por el notario para ver como ando de palacetes.

Aparte de su profundo desconocimiento, es posible que los apellidos hayan hecho su papel. Sin poner, en ningún momento, en tela de juicio la imparcialidad, el rigor y la excelencia de la justicia española, faltaría más. No vaya a ser que el que acabe en el trullo sea yo. Pero eso, lo del apellido.

La sentencia no sentencia, solamente hace cosquillas. El pecado es la inocencia, que ha pasado de puntillas. La campaña de la Renta, se ha adelantado este año. La infanta ya ha hecho la cuenta, y no ha visto nada extraño. Una vez cerrado el juicio, le ha salido a devolver. Menos mal, porque el perjuicio, nos lo íbamos a comer. Y a Don Iñaki, entre el estudio y su buen comportamiento, en cuatro días lo tenemos luciendo melena al viento. Con su porte, su finura y su traje de postín. Solo es delito ser pobre y no ser Urdangarín.

Perdonad mi fe quebrada. Antisistema me confieso. Yo antes no creía en nada. Ahora, ni siquiera, eso.

La cesta corrupta

Es martes y…

Cuando se exige un gasto moral y socialmente justo de los impuestos, no se está pidiendo nada menos que respeto por la vida de las personas. El dinero que recauda el Estado, es fruto, directa o indirectamente, del trabajo de cada contribuyente, es decir, de su tiempo, de su vida. Y el esfuerzo vital de cada uno es algo demasiado serio como para jugar con él.

Pues bien, los actuales administradores e inversores de la manteca pública se acaban de convertir en el primer partido político que, como tal, se tiene que sentar en el banquillo justiciero. Han sido imputados por ser partícipes, a título lucrativo, en la trama Gürtel. En resumidas cuentas, que no eran las manzanas las que estaban podridas, era la cesta que las corrompía.

Sin embargo, hoy, en las portadas de los principales periódicos, bueno de los más vendidos, no había ni rastro de la noticia. Supongo que habrá sido un pequeño descuido, un olvido tonto de algo sin importancia. Y es que han estado muy ocupados con los congresos del fin de semana.

Por cierto, unos congresos en los que uno ganó votado por los que él mismo había decidido, y otro asaltó el poder, radicalmente, votado por más de 150.000 personas.

Por las armas, me imagino.

Superhéroes

Es martes y…

Esta misma mañana, Mas, Ortega y Rigau han acudido a declarar al Tribunal de Justicia de Catalunya por «el proceso participativo» del 9N. Vamos, que se está juzgando a los responsables de colocar unas urnas para que la gente vote.

Y todo ello, está ocurriendo en un Estado que se denomina demócrata y que presume de ser la nación más antigua de Europa. Curiosa manera de demostrar respeto a su pueblo y de confirmar unas raíces tan ancestrales. Cuando escuchar a los ciudadanos y darles voz se convierte en delito, no es problema del altavoz, es una cuestión de déficit democrático y nula voluntad por revertirlo.

Sinceramente, creo que Artur Mas y compañía, tendrían que haber pisado pasillo de Tribunal mucho antes. La careta de mártir que le ha colocado este proceso, le está sirviendo para salir de rositas del fango de la corrupción. Hace muchos años que Pasqual Maragall dejó caer por el Parlament la jugada del 3% y el mangoneo institucionalizado por el partido de la burguesía catalana. Sin embargo, parece que las mordidas a las arcas se han recogido en el viejo baúl.

Vendría a ser algo así: «Son unos bandidos, pero son nuestros bandidos».

Más urnas sin precintar, menos Mas de superhéroe. Más futuro por pintar, menos trapos por el aire. Más camino de la mano, menos hombros por encima. Más hermanas, más hermanos, menos látigo que oprima.