Si yo tuviera una escoba

Es martes y…

«Si yo tuviera una escoba, si yo tuviera una escoba, si yo tuviera una escoba, cuantas cosas barrería».

Si yo tuviera una escoba, barrería para siempre todas las puertas que giran y, después de lo barrido, decidido instalaría unas de las que reciban. Y ya puestos, sobre limpio, haría inventario de todos aquellos tipos que se pasaron de listos.

Si yo tuviera una escoba, barrería los fantasmas que cobijan los que mandan y, después de lo barrido, decidido encumbraría los puños de la esperanza. Y ya puestos, sobre limpio, haría repaso de los puestos reservados a los antiguos ministros.

Si yo tuviera una escoba, barrería las fronteras diseñadas por farsantes y, después de lo barrido, decidido esculpiría la patria de los migrantes. Y ya puestos, sobre limpio, haría de mi corteza una bandera sin colores ni aditivos.

Si yo tuviera una escoba, barrería, con premura, el ruido de la propaganda y, después de lo barrido, decidido aplacaría el virus de la oferta y la demanda. Y ya puestos, sobre limpio, haría memoria a los que olvidan quienes se han vaciado de principios.

Cuantas cosas barrería, cómo han dejado la alcoba, llena de porquería. Si yo tuviera una escoba…

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