Cerrado por derribo

Es martes y…

Se nos escapa, entre los dedos, la arena de tu tiempo, el brillo que no tuviste y el fuego que se apagó.

2014, hecho trizas en tu despedida y, sin embargo, eterno en tu recuerdo. Un goteo de infinitas viñetas se acumula en tu retina, alternando la rabia y la ilusión, la lágrima y la sonrisa, el desdén y la pasión, como si quisieras huir pero no avanzaras en cada paso. Tan profundo que haces imposible tu definición, tan trivial que abandonas esclavo de tu maldición.

Año herido y sin doctor, año de mareas blancas. Año de vuelo sin motor, de ilusión en zona franca. Año de color morado, de adiós Borbón, hola Borbón. Año, dicen, renovado, menuda revolución. Año de verjas y bandidos, de duques y duquesas. Año apaleado y malherido, año de presos y sorpresas.

Desespera tu agonía, reverdece tu lamento. Bendita la nueva estrella nacida en el firmamento. Año que se va sin ti, año que empezó contigo. Año en que nadie llenó lo que quedó vacío.

Todavía tienes pendiente una alegría, un ERE definitivo a este gobierno. Mientras, ansiosa, la botella se enfría, la esperanza espera al final del invierno. Año para el recuerdo, año para el olvido. Según el tema tratado, según el daño sufrido.

Carta a los Reyes Magos

Es martes y…

Queridos Magos de Oriente, este año he sido un buen chico, aunque no sé si lo suficiente como para que cumpláis todos los deseos que os voy a pedir. No obstante, y como supongo que estaréis muy atareados, por mi parte, podéis ahorraos la visita a El Corte Inglés.

En primer lugar quiero que nos brindéis un nuevo año de esperanza, alejado de la barbarie que nos lleva golpeando durante muchos años. Estoy seguro de que no os será difícil mejorar lo presente, remendar la tela que abriga nuestra sonrisa y alumbrar la senda comunitaria. Corre el rumor de que la venda ciudadana está a punto de caer al suelo, pero una pequeña ayuda nunca viene mal.

También me gustaría ver el cielo sin aviones que disparan, la luz en el rostro de sus niños, las sirenas silenciadas en Ramalah, una bala desnutrida y bajo mínimos. Me pido una de infantas al banquillo, una de vientres en libertad, una de reyes destituidos, una de ruido en fraternidad.

Por el presidente no se preocupen, que nosotros nos ocupamos de él. Será un placer cumplir con sus pretensiones, y tal como nos ha solicitado, en nombre del progreso y la democracia, lo vamos a botar.

Nada más que desearles un feliz camino de regreso, y como agradecimiento, a modo de souvenir, llévense cualquier corona que divisen por Madrid.

En busca de la felicidad

Es martes y…

«Cuando quieres realmente una cosa, todo el universo conspira para ayudarte a conseguirla».

Nos lo están poniendo difícil, muy difícil, extremadamente complicado. Nos llenan los desayunos de desastres de avaricia, de hogueras de vanidad. Nos arrastran al abismo invisible de la indiferencia y al calamitoso frente de la insensibilidad. Menguan nuestras reservas de humanidad minuto a minuto, tonelada a tonelada. Apenas queda oxígeno en la falda de este volcán y, tras cada tempestad, amenaza un huracán.

Sin embargo, existe algo dentro de nosotros que amedrenta a los demonios de la inquina hasta hacerlos desfallecer. Traemos, de serie, el perenne bastión de la esperanza, el poderoso distintivo de la ilusión. Con cada pequeña decisión abrimos el paso a nuestros sueños, desechando guaridas transitorias, peleando con la maleza y en busca del hogar definitivo.

No somos ruta quebrada, ni espejismo de diseño. No somos lucha agotada, ni regalo navideño. No somos oro difuso, ni obscena materialidad. Somos el verso inconcluso en busca de la felicidad.

Caza de brujas

Es martes y…

«La caza de brujas ha comenzado, bailemos todos la danza de los condenados».

Desde tiempos inmemoriales, la persecución al diferente, ha marcado la ajetreada agenda del poder. La perturbadora búsqueda de conexión con la naturaleza saturó el caldero de brujas y hechiceras, tan apegadas a lo terrenal que provocaron el enojo de lo divino.

Con menos crueldad y en manada cobarde, los nuevos inquisidores convocan tribunal para el ajusticiamiento del intruso. Quebrantar lo establecido y tambalear la alternancia acomodada ha provocado que hayan tenido que recuperar la fusta del olvido. Jamás imaginaron tener que volver a remangarse en la trinchera después de dejar todo atado y bien atado. Algún cabo quedó suelto.

Las hienas buscaban carnaza y se encontraron con veneno. Los que aplauden la ley mordaza, recuperan lo más obsceno. Desde el micrófono público, desde el altavoz de todos, rememoran el bucólico pluralismo del viejo NO-DO.

Principio de incertidumbre

Es martes y…

Pasan los años, los siglos, la vida. Cientos de mentes lúcidas nos regalan su ingenio para elevar nuestra existencia a un significado diferente y mejorado. Podríamos decir que hemos alcanzado, como colectivo, cotas de excelencia inabarcables tiempo atrás.

Sin embargo, ella, nunca ha abandonado su trono en el ático de la realidad. Según ha ido creciendo el muro del conocimiento, más alargada ha sido su sombra proyectada. Indestructible, agigantada, colosal, siempre presente. La duda.

Quizá seamos un capricho del creador, o quizá una casualidad evolutiva. Quizá algún día alcancemos el esplendor y la lucidez del punto de partida. Quizá estemos de sobra en esta esfera, quizá solo aportemos destrucción. Quizá nuestro deber en esta guerra, sea acariciarnos el corazón.

Quizá esté ya de camino el nuevo mesías, quizá sea modernamente apaleado. Con pelo largo y barba de veinte días. Quizá vuelva la historia del pasado. Quizá el futuro sea nuestra cura, quizá debamos despertarnos del letargo. Quizá el final de la leyenda oscura, sea un triunfo demasiado largo.

Quizá, tal vez, en algún momento, acaso, puede que la duda finja su fracaso.