Diario de Itxaso (jueves, 21 de abril)

Los efectivos totalmente recuperados y el jueves no nos ha dejado ningún susto, ni ninguna baja. Haciendo honor a la tierra, hoy tocaba Herri Kirolak o sucedáneo, porque en vez de txingas teníamos kettlebells, la sokatira serpenteaba, el arrastre de piedra eran discos de 60 kilos de peso, el levantamiento de fardo era levantamiento de saco de boxeo o las traineras, una goma agarrada por los extremos de dos incautos participantes que hacían abdominales a la vez que controlaban que el compañero no soltara este tirachinas mortal. Un circuito con ejercicios de un minuto y descanso de 30 segundos y varias repeticiones de más o menos intensidad, según las fuerzas y las ganas de cada uno. Todo amenizado por el ‘canto’ y los ánimos de los entrenadores, que atacaban con «el que no lo haga bien se quedará al final y repetirá el ejercicio».

Las fuerzas están más compensadas y en una semana hemos aprendido a controlar nuestro límite y rendimiento en cada ejercicio. Acabamos cansados, pero las agujetas no se apoderan de nuestro cuerpo y cada vez nos sentimos mejor.

PD: Ya empieza a haber piques, y desde luego podemos decir, que como estaba claro, el grupo de las 14.30 horas es el mejor!! Mañana entrenamiento sorpresa, ante el miedo a volverme a caer, lo primero que he preguntado, ¿habrá obstáculos? Me han prometido que no… lo veremos!