«El consumo de la vuelta al colegio» Maika
La vuelta al colegio se ha convertido en uno de los momentos de máximo consumo anual en las familias. Gran parte de este consumo es innecesario y supone un mal ejemplo en la educación de los propios estudiantes como consumidores. Desde las autoridades, se ha hecho un llamamiento a un consumo responsable durante el regreso a las actividades escolares, ya que según han asegurado la vuelta al cole se ha convertido de unos años a esta parte en uno de los momentos de máximo consumo anual en las familias.
Comenzar un nuevo curso no supone necesariamente tener que renovar todo el material. Hace dos meses todos los estudiantes contaban con material escolar (mochilas, bolis, cuadernos, reglas etc.) suficiente para realizar sus tareas en las aulas, por lo que no es necesario sustituir todas estas cosas por otras nuevas, se pueden seguir utilizando. Hacerlo de este modo supone poner de relieve que el respeto por el material escolar es un importante elemento educativo.Reutilizar el del año pasado significa enseñar a los estudiantes a aprender a seguir utilizando lo que todavía sirve, a cuidarlo y hacerlo más duradero, lo que a su vez es una manera de preservar el planeta y enseñar a consumir de un modo más responsable.
Las familias deben estar seguros de pagar por el producto en cuanto a la ropa y el calzado, y no por la marca.
Respecto a los libros de texto es necesario fomentar su reutilización por los compañeros/as de cursos anteriores, de modo que además de ahorrar dinero se enseña la responsabilidad por cuidar estos materiales educativos y un modo colectivo de utilizar los materiales respecto al individualismo que predomina hoy en día.
Los gastos de la vuelta al cole suponen para las familias una media de unos 739 euros por estudiante, si necesita uniforme, y de 654 euros si no lo lleva.
Se debe recordar que la forma de consumir de los padres y madres supone una manera de educar a sus hijos en hábitos de consumo, por lo que antes de comprar se piense en la necesidad real del producto y el efecto que ello supone. Los consumidores que sean críticos con los continuos mensajes publicitarios que animan al consumo irresponsable en fechas como ésta.
Si se decide comprar es importante, además, ver en qué condiciones ha sido fabricado, para estar seguros de que en su proceso de producción no se ha perjudicado al medio ambiente o se ha explotado a seres humanos.
Debemos dar ejemplo sobre el consumo familiar a nuestros hijos, es una manera de mejorar su educación, y su futura responsabilidad en la vida.
Maika Etxarri