¿Por qué los niños lloran en el mundo?
Cada día mueren en el mundo por causas totalmente evitables unos 35.000 niños. Según el informe anual de UNICEF la mitad de los niños del mundo (cifras estimadas en más de mil millones) viven bajo la amenaza de la pobreza, el VIH/Sida y las guerras. Debido a la extrema pobreza, los niños se ven obligados a trabajar (180 millones sufren explotación laboral y 2 millones son sometidos a una explotación sexual).
En países del Sur algunas multinacionales de ropa muy conocidas (industrias textiles y de material deportivo) utilizan a niños como mano de obra barata, desde ONG como Setem se trabaja para evitar esta explotación brutal.
Existen altas cifras de niños que corren el riesgo de muerte debido a desnutrición severa. En el Norte muchos piensan en no comer para adelgazar, en el Sur millones de personas piensan cuándo llegará la hora de poder comer algo (siendo los niños los mas afectados). Los zarpazos de la miseria contra la salud infantil en los países pobres continúan siendo de una crueldad extrema. La malnutrición, la pobreza y la exclusión son responsables de que cuatro millones de bebés mueran al año. No podemos dejar que esas muertes pasen desapercibidas. Un niño que nace en un país pobre tiene casi 14 veces más probabilidades de morir durante su primer mes de vida que uno que ha nacido en un país desarrollado.
Otro problema importante en la infancia es el Sida, tanto los niños infectados como los huérfanos a causa del VIH están sufriendo sus consecuencias. Todos los años 800.000 niños y niñas contraen el VIH/Sida en África. En el mundo existen más de dos millones de niños infectados con VIH-Sida y aparecen mil 200 nuevos casos al día cuya mitad morirá antes de cumplir dos años . Más de 13 millones han quedado huérfanos debido al Sida, la mayoría en África subsahariana.
El tercer problema al que se enfrenta la infancia son las guerras, desde el año 1990 han fallecido cerca de 2 millones. Una cantidad estimada de 300.000 menores de edad están participando actualmente en conflictos armados, en más de 30 países, en casi cada continente. En África, el uso de niños soldado en guerras civiles y conflictos tribales es algo común, así como los niños que mueren o sufren traumáticas mutilaciones de sus miembros por culpa de las minas antipersona. Todo esto es una realidad que nos debería hacer pensar y reflexionar qué está pasando. Muchas pequeñas almas inocentes mueren cada día.
Otros problemas que acechan a la infancia son el tráfico de menores, prostitución infantil, (algunas mafias sin escrúpulos engañan a menores prometiéndoles una vida mejor, como está sucediendo con niñas del Este, que cuando llegan aquí se encuentran metidas en una red de prostitución de la que no pueden salir; otro ejemplo en la casta más baja de la India, la de los intocables, las niñas acaban en este mundo de la prostitución como única salida, privándoles de una vida digna y de una esperanza en un futuro mejor). El matrimonio infantil obligado es una “sentencia de muerte” para muchas niñas. A pesar de los malos tratos y privaciones que sufren las menores, es una práctica que sigue realizándose con una frecuencia alarmante en países como Níger, Chad, Malí, Bangladesh, Guinea, República Centroafricana, Mozambique y Nepal.
La escasez de alimentos y carencia de vitaminas, precariedad de medios, falta de medicamentos que no llegan al Sur, falta de higiene y el incremento de enfermedades infecciosas hace que aumenten los índices de mortalidad en la población infantil.
Lo realmente alarmante es que estas cifras podrían cambiar si existiese un empeño decidido por parte de los gobiernos. Estamos en una época de retroceso para la consecución de los derechos de la infancia. Conocemos el problema y las causas,pero no somos capaces de resolver la situación por falta de voluntad política.
Por esos niños que sufren, para concienciarnos de que son ellos la rueda y el pilar de nuestro futuro por ellos, hagamos que esto cambie.
Maika Etxarri