» 71º ANIVERSARIO DEL BOMBARDEO DE GERNIKA» Maika
EL 26 de abril de 1937 Gernika fue objeto de un cruel bombardeo en plena guerra civil española por parte de la aviación alemana, que produjo numerosas víctimas inocentes y cuantiosos daños materiales. La aviación de Hitler tomó la iniciativa del bombardeo por cuenta propia. La vergonzosa razón fue probar en fuego real los nuevos aviones y su armamento ante la proximidad de la II Guerra Mundial. Para explicar lo inexplicable, Franco, en una delirante declaración, echó la culpa del ataque a los republicanos. Aunque este argumento no fue tomado en consideración por nadie. El horror que causó este hecho fue indescriptible ante la opinión pública internacional, tanto por el sacrificio de inocentes, así como por ser la primera vez en la historia en la que se atacaba desde el aire una ciudad. El día 26 de abril se cumple el 71º aniversario del bombardeo por la Legión Cóndor y Saboia de la Villa de Gernika en Bizkaia, donde se encuentra el emblemático roble (que soportó el bombardeo), símbolo de las libertades vascas.
Con motivo de este aniversario, el Centro de Investigación por la Paz organizará el próximo 25 de abril en el Museo Euskal Herria la XI Asamblea de la Red Gernika. Su objetivo es enriquecer el símbolo de Gernika, consolidando así la Simbología de paz que la villa representa a nivel local y global. La relevancia histórica, simbólica y cultural de la villa, declarada por UNESCO Ciudad de la Paz por la región de Europa en el año 2004, hace de ella un lugar preferente para el estudio histórico y social de la cultura, a través de las representaciones simbólicas y sus aportaciones a la cultura de la paz.
Desde el 23 al 25 de abril varios ponentes reflexionarán sobre las iniciativas para impulsar procesos de democracia y construcción de paz, haciendo especial hincapié en la valiosa contribución de las mujeres y la juventud, sin olvidar la relevancia de la memoria.
También habrá el XII Encuentro del Colectivo de Hombres y Mujeres Sobrevivientes del Bombardeo de Gernika. Además, ese mismo día se entregarán los IV Premios por la Paz y la Reconciliación de la Villa . Por último, el cementerio será testigo, como cada año, de una ofrenda floral por las víctimas del bombardeo. En sus orígenes tuvo que hacer frente a serios déficits, ya que Alemania tardó en dar los primeros pasos para reparar el daño causado. Pese a todo, durante los años de la dictadura Gernika no dejó de ser el símbolo de las libertades vascas y en 1964 la celebración del Aberri Eguna reunió a 2.000 personas en la villa.
El reconocimiento de la implicación alemana en el bombardeo de Gernika no llegó hasta 1997, cuando el presidente alemán Herzog envió una carta a los supervivientes donde públicamente pidió perdón por la evidente y manifiesta participación de aviones alemanes, en el ataque a la villa foral en 1937, extendiendo una mano a la reconciliación.
«Y nos lanzaron una lluvia de fuego, metralla y muerte. Y destruyeron nuestro pueblo. Y aquella noche ya no pudimos volver a cenar en nuestra casa, ni a dormir en nuestra cama. Ya no teníamos hogar. No teníamos casa. Pero aquel acto incomprensible para nosotros, no nos dejó un sentimiento de odio o de venganza, sino un deseo enorme, inmenso, de paz. El deseo de que aquello no debía suceder nunca más. Y que de las ruinas de lo que fue nuestro pueblo, debía surgir una bandera de paz para todos los pueblos del mundo». Declaración de los testigos supervivientes tras la lectura del reconocimiento del presidente de la República Federal de Alemania.
El hecho del bombardeo tuvo un gran impacto en su época, inspirando a Pablo Picasso su más famoso cuadro, el Gernika. Símbolo universal contra la guerra, una denuncia de que una potencia militar decida probar armas y tácticas sobre una población indefensa. A pesar de que lo cubran o descubran a conveniencia en los pasillos de los dueños del mundo, es como la humilde y aturdida bombilla eléctrica que da luz a las consecuencias de la guerra.
El bombardeo se ha convertido en un símbolo de los horrores de la guerra para todo el mundo. No se ha hecho justicia, pero se ha abierto el camino hacia la reconciliación, manteniendo vivo el recuerdo de este pueblo.
Maika Etxarri