» BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN » Maika
La meditación es un momento para alejarnos de los elementos estresantes y enfocar nuestra mente en nuestro interior. Cuando meditamos somos capaces de ponernos en contacto con nosotros mismos sin distracciones. Aunque es un tema relativamente nuevo en Occidente, se emplea desde hace más de 3.000 años. Meditar unos minutos cada día puede ayudar a reducir el estrés y además puede ampliar tu visión de la vida. Esta actitud trae paz y relajamiento.
Un profesor de medicina de la Universidad de Harvard , Herbert Benson, a través de sus investigaciones, llegó a la conclusión que esta práctica milenaria, contrarresta los mecanismos cerebrales asociados al estrés. Richard Davidson de la Universidad de Wisconsin ha comprobado que la meditación produce cambios en el cerebro, asociados a emociones más positivas y mejoras en la función inmune. Los individuos que practican la meditación regularmente habían desarrollado, al igual que los monjes budistas mayor actividad en el lado izquierdo del lóbulo frontal cerebral.También comprobaron en este grupo que el sistema inmune era más potente que el resto. Lo importante es que la meditación cambia la base de las emociones. Otro efecto terapéutico de la meditación es que reduce a la mitad las recaídas de los pacientes depresivos crónicos. Su uso está asociado a un cambio de percepción de la realidad y se consigue alcanzar niveles de conciencia más profundos. La conciencia que permanecía dormida en ti, se va despertando paso a paso. Aprendemos a volvernos observadores de la mente y de cómo funciona. Sirve para limpiar nuestra mente de todos aquellos conflictos y condicionamientos que generan barreras en nuestro crecimiento, trae calma a nuestras vidas. Mediante la calma de nuestra mente, dejamos que la naturaleza haga en nosotros los ajustes que nos lleven hacia el equilibrio con ella misma. Ayuda a mejorar el insomnio, reducir la ansiedad y mejorar la memoria. Incrementa la capacidad de ser consciente y te lleva a una mayor realización y comprensión.
Se debe buscar un ambiente lo más tranquilo y apartado de distracciones que nos sea posible.Adoptar una postura que nos sea cómoda, una muy utilizada es sentados sobre un cojín, con la espalda recta.Es una postura que nos ayuda a mantenernos relajados pero alerta. Debemos tener un objeto sobre el cual enfocar la atención. De este modo, se detiene el bullicio mental que normalmente nos acompaña y se logra un estado de calma y relajación. Este puede ser una imagen, (por ejemplo la llama de una vela) o bien una palabra o frase que repetimos constantemente, ya sea mentalmente o en alta voz.Si te quedas mirando a un punto fijo en la habitación y dejas de pensar, estarás meditando.También otro método puede ser estar concentrados en nuestra respiración. Debemos adoptar una actitud pasiva y receptiva. Forzarnos a concentrarnos resulta contraproducente. Durante nuestra meditación seguramente surgirán pensamientos de todo tipo que nos pueden distraer de nuestro propósito. En lugar de luchar para que no surjan dichos pensamientos lo mejor es simplemente darnos cuenta de que están ahí y dejarlos ir, a la vez que tranquilamente volvemos a nuestro foco de atención. No intentes largas sesiones de meditación, recomiendan empezar con 5 minutos al día.Se reduce la ansiedad, se aquieta la mente y se combate el estrés. Con la meditación somos más armónicos con nosotros mismos y nos hacemos más armónicos con el entorno. Aprendemos a influir sobre nuestro cuerpo y sobre nuestras emociones. A través de la meditación desarrollas el timón que da dirección y sentido a tu vida, que le da un propósito.Si abres la puerta de tu corazón, más amor se filtrará. Ayuda a descubrirse a uno mismo, mejorar las relaciones interpersonales y crecer como persona.
Por lo tanto es un beneficio el hacer meditación diaria ya que nos aporta calma, paz y una visión más amplia de la vida.
Maika Etxarri Yábar