DÍA DE LOS «SIN TECHO» Maika
DÍA DE LOS «SIN TECHO»
Hoy se celebra el día de los sin techo . Son personas que viven y duermen en las calles de nuestras ciudades, y temporalmente en albergues, personas anónimas que pasan desapercibidos para los transeúntes. Piden limosnas para poder comer o para poder vivir un día más, sin esperanzas porque para ellos el futuro es incierto. Se preguntan cómo han llegado a esta situación, las causas pueden ser diversas como una ruptura brusca y traumática de sus lazos familiares, sociales o bien laborales. Se ven marginados, discriminados en una sociedad falsa, hipócrita donde se deja de lado al pobre, una sociedad que los aparca en lugares donde no den una imagen de pobreza (bocas de metro o estaciones).
El dinero empleado por los ayuntamientos en obras innecesarias (por ejemplo, el cambio de los adoquines del Paseo Sarasate) podría ser empleado para crear un hogar para estas personas. Existen locales acondicionados y cerrados que podrían ser donados para ayudar a estas personas. Un hogar donde puedan dormir sin miedo a ser quemados o atacados por ser pobres, un hogar donde puedan comer (reflexionemos sobre la cantidad de comida que se tira en casas, bares y restaurantes).
La persona sin hogar es el nivel máximo de exclusión social que se produce en una sociedad moderna. El miedo a revivir situaciones traumáticas suele provocar en estas personas rechazo a volver a intentar llevar una vida laboral y a rehacer sus relaciones familiares. También la extrema indigencia a la que le conduce esta situación es un obstáculo para ello. Con motivo de este día organizaciones sociales y ONG quieren advertir del fracaso político y social para apoyar a las personas sin hogar y piden alternativas reales para esta problemática. La Constitución afirma que todos los españoles tienen derecho a una vivienda digna y adecuada. Sin embargo, en estos momentos en el Estado español ocho millones y medio de personas viven en situación de pobreza. Unas 30.000 personas duermen en la calle o en centros de acogida públicos y privados y otras 273.000 lo hacen en infraviviendas. No es un problema de falta de vivienda sino de pocas alternativas de inclusión social y del aumento del empleo inestable.
La cifra supera a la media de la Unión Europea, que acoge a 3 millones de personas sin hogar y 18 millones de personas en casas precarias. Todos viven la exclusión social más extrema. En el último año además el rostro de las personas que viven en la calle ha cambiado. Ha aumentado el número de jóvenes, mujeres e inmigrantes que viven en estas condiciones. El 48,2% de las personas sin hogar son extranjeras y más del 60% opina que los servicios sociales no les ayudan. Los motivos que llevan a estas personas a vivir en la calle son la falta de fondos económicos y la muerte de algún familiar directo, aunque también hay casos relacionados con el desalojo de la vivienda. El 41,9% han sido insultadas o han recibido amenazas y otro 40% ha sido víctima de robos.
Son cifras que evidencian un fracaso político y social y que sólo se solucionarán cuando las administraciones tengan como prioridad el problema de las personas sin hogar. Las autoridades deben hacer un esfuerzo mayor para erradicar la pobreza y la exclusión social. Esto supone crear alternativas reales de inserción, crear hogares para alojarlos, dar una respuesta a la inmigración y cortar la especulación inmobiliaria. No hace falta irse a los países del tercer mundo, la pobreza está más cerca de lo que creemos. Ayudemos a los «sin techo».
Maika Etxarri