«Sobre los Derechos Humanos en Colombia» Maika
Sobre los Derechos Humanos en Colombia
El Gobierno colombiano acosa a defensores de los derechos humanos.
Las ONG que trabajan por los derechos humanos denuncian la impunidad de los ataques de paramilitares contra activistas y el descrédito gubernamental que sufren. No sólo los grupos armados militares amenazan y agreden a activistas, sino que además el gobierno del presidente Álvaro Uribe les detiene y acusa de subversivos, defensores del terrorismo,desacreditando continuamente su labor.
El presidente Álvaro Uribe tomó posesión de su cargo por segunda vez el 7 de agosto de 2006.
A pesar de las reiteradas promesas oficiales de poner fin al hostigamiento de los activistas de los derechos humanos, continúan los atentados, las amenazas y la intimidación contra ellos en forma de cargos penales falsos y acciones judiciales infundadas, campañas de difamación y operaciones de vigilancia.
El presidente Uribe y otros altos cargos del gobierno y del Estado han agredido verbalmente a defensores de los derechos humanos, tachándolos en público de subversivos. Este tipo de declaraciones generales reflejan la verdadera situación en Colombia de temor e intimidación.Hay numerosos casos de impunidad y desprotección demostrando que muchos activistas son objeto de amenazas, agresiones y persecución judicial por cargos sin fundamento. Y a los atacantes rara vez se los hace comparecer ante la justicia.
Los activistas de derechos humanos colombianos trabajan en condiciones extremadamente adversas, tratando de proteger los derechos humanos en un país que sufre un conflicto armado interno.
«Teresa Yarce activista colombiana»
A quien más afecta el largo conflicto interno de Colombia es a las comunidades marginadas, cuya voz raras veces se oye:
las comunidades afrodescendientes e indígenas, los campesinos y los habitantes de barrios marginales de las ciudades, muchos de los cuales han sido ya desplazados de sus hogares. Estos grupos se han organizado cada vez más para defender sus derechos y, al hacerlo, se han convertido en víctimas de graves amenazas y atentados.
Las amenazas que algunos activistas reciben son tan frecuentes, que las consideran parte cotidiana de su trabajo. Otros sin embargo han tenido que abandonar sus comunidades y a muchos los han matado.
«Hermes Vallejo en Colombia»
Así con su actitud, el gobierno colombiano está perpetuando los abusos contra los derechos humanos en Colombia. La presión nacional e internacional ejercida sobre el gobierno colombiano ha dado lugar a que se desarrollen programas orientados a la protección de activistas, sindicalistas y periodistas.
Sin embargo, la protección que se ofrece no son más que medidas limitadas que atajan los síntomas, no las causas por las que se producen los ataques contra los activistas. El Estado colombiano tiene la obligación de crear las condiciones básicas para que puedan trabajar con libertad y el presidente tiene que reconocer públicamente la legitimidad de su trabajo.
Este escrito es mi protesta contra el presidente Uribe, que se comprometa públicamente a prestar su apoyo a los activistas de derechos humanos y que acaben definitivamente los abusos contra ellos.
«Mujeres activistas en manifestación»
Maika Etxarri Yábar
Socia de Amnistia Internacional