Sobre una película magnífica ‘Agua’
Sobre una película magnífica AGUA
La directora Deepa Mehta reivindica la situación de la mujer viuda en la India a través del espejo de una espléndida película, Agua . La historia se centra en la vida de una niña de 8 años, Chuyia, en los años 30, que es llevada a una casa de viudas o ashram (un lugar apartado y especial para ellas, donde deberá pasar el resto de su vida en terribles condiciones). Esta niña es el vivo ejemplo de la realidad de la mujer viuda en la India (se considera que, al morir el marido, muere la mitad de la mujer). Chuyia, a pesar de su corta edad, es obligada a casarse con un anciano moribundo que fallece, convirtiéndose en una niña viuda, a la que se le humilla desde el primer momento, rasurando su melena y apartándola de su familia.
Según las creencias hindúes, las mujeres que pierden a su marido deben llevar una vida de total abnegación. Ésta es la situación en la que viven actualmente en India más de 11 millones de mujeres y la que se narra en Agua . A través de los ojos de esta niña, se cuenta la vida de las mujeres de un ashram , sobreviviendo en la pobreza máxima, reclutadas en una auténtica prisión. Chuyia con su inocencia muestra su rebeldía a vivir en estas condiciones infrahumanas y hace todo lo posible para poder cambiar su futuro (enfrentándose incluso a la gobernanta de esta casa donde están convertidas en reclusas). Se retrata magníficamente cómo las viudas son una casta baja, siendo marginadas y humilladas por el resto de la sociedad. Mientras son jóvenes son obligadas a prostituirse y así ayudar económicamente al resto del ashram , para poder sobrevivir. En India, la situación de las mujeres es difícil, pero la de las viudas, mucho más, La película transcurre en pleno movimiento de emancipación de Gandhi y en medio de una sociedad que observa con entusiasmo el cambio y la revolución social. Existe un halo de esperanza cuando una de las viudas jóvenes se enamora de un joven liberal de la casta social más alta (brahmán), seguidor de Gandhi. Con Chuyia actuando como mensajera, su imposible relación empieza a florecer…
Actualmente en India las cosas no han cambiado demasiado con respecto a las mujeres, un país donde nacer niña supone una gran carga familiar y social. La historia fue ambientada en los años treinta porque los matrimonios de niñas eran entonces más frecuentes que ahora y porque la figura de Gandhi permitía mostrar los cambios que empezaban a vislumbrarse en la sociedad india.
Recomiendo ver esta película tierna y dura, que se desarrolla en la orilla del río Ganges, en ella se critica y condena la situación de la mujer india por culpa de la religión. El final de la película es inesperado y a la vez ofrece una esperanza, un sueño en medio del sufrimiento.
Maika Etxarri