A MI FIEL AMIGO, A MI PERRO ROCKY
A MI FIEL AMIGO, A MI PERRO ROCKY
EN esta vida encontramos amigos en el camino, uno que para mí es especial y merece todo mi agradecimiento se llama Rocky, es mi perro. Va a cumplir ya dos años el próximo mes de septiembre y desde que llegó, siendo un cachorro, siempre me ha brindado su fiel apoyo.
Penetrando en la mirada de sus ojos intento imaginar lo que mi querido perro siente, lo que puede pensar sobre mí. Cuando intuye (con su percepción innata) que estoy llegando a casa, ya desde lejos con su lenguaje expresa la alegría de un gran amigo que sale a dar la bienvenida. Su compañía es hermosa, entrañable, y su presencia me transmite paz y una gran tranquilidad. Mirándolo con ternura me inspira su expresión, su comportamiento de niño juguetón, a escribir estas frases de gratitud hacia él. Para mí significa mucho Rocky, es más que una simple mascota, jamás olvida su lealtad hacia mí. Mi fiel amigo, mi fiel compañero, es mi apoyo en momentos difíciles, me siento abrazada con su alma porque realmente tiene un alma en su interior. Cuando yo bailo él siente mi alegría, cuando lloro él con sus ojos expresa su tristeza. Percibe incluso cuando yo estoy enferma, y se acerca a mi cama con expresión abatida. Jamás me hace sufrir, ni me abandona, siempre aportando su cariño, realmente existe una fuerte conexión entre él y yo. Al irme de casa me mira con sus ojitos cabizbajos y su corazón grita «No me dejes solo, quiero acompañarte… Por favor…. A veces incluso le oigo llorar de pena, es cierto los perros también lloran. La semejanza con los sentimientos humanos de las personas es tan parecida que me desarma, su alma es pura, inocente como la de un niño.
Cuando miras a tu perro a los ojos sabes que estás mirando a un ser que piensa. El misterio es que nunca sabes realmente lo que está pensando. Y yo me pregunto:
¿Qué piensa de mí? ¿Cómo es su pensamiento sin palabras? ¿Qué soñará cada noche?
¿Tendrá sueños con imágenes? Realmente me gustaría entrar en su dulce sueño de paz cada noche y contemplar su inconsciente, su verdadero interior.
No logro entender cómo existen personas sin escrúpulos, que los abandonan en la calle, en perreras, en cunetas de carreteras, especialmente cuando llega el verano. El tener un perro implica cuidarlo y quererlo como un miembro más de la familia. No merece ese trato, sino unos cuidados y una atención adecuada, llena de afecto y cariño. Se les deja cruelmente, muchos con destinos fatales de muerte, muchos sufren traumas intensos al ser abandonados por sus seres más queridos (sus dueños o amos, palabras que me repugnan… nadie es dueño de la vida de ningún ser vivo, sino el propio ser vivo). Para mí un perro es un fiel compañero de viaje.
Dicen que los ojos son el espejo del alma y realmente los ojos de mi perro Rocky reflejan su alma, un alma bondadosa, un ser especial para mí.
A mi fiel amigo, a mi perro Rocky, estas palabras son para ti.
Maika Etxarri