Conmigo, o contra mí

UPN Y PP INSISTEN EN LLEVAR LAS VÍCTIMAS DE ETA AL CENTRO DEL DEBATE INSTITUCIONAL COMO ARIETE POLÍTICO CONTRA EL GOBIERNO DE NAVARRA

Últimamente en el Parlamento de Navarra se habla más de ETA que de cualquier otra cosa. Es en el fondo una cuestión de matemáticas. Porque Uxue Barkos gobierna con el apoyo de EH Bildu, sin el apoyo de EH Bildu no tiene mayoría, y sin mayoría gobierna UPN. Y aunque el tema viene siendo recurrente desde el inicio de la legislatura, la polémica ha vuelto a tomar cuerpo estos últimos días.

¿El motivo? Que el Gobierno de Navarra ha anunciado un acto de homenaje y reconocimiento el próximo 10 de marzo… a las víctimas de ETA. Y como al mismo se ha sumado la principal asociación de víctimas, los cimientos del viejo régimen se han revuelto para acusar al Ejecutivo de “cinismo”, de querer “blanquear” a ETA o de incluso “despreciar” a las víctimas. “O se está con las víctimas o con los asesinos. Y ustedes ya han elegido”, le ha llegado a decir Javier Esparza a Uxue Barkos.

Nada desde luego comparable con lo de esta semana en el Parlamento, donde el presidente de UPN rebasó el mínimo decoro exigible al tirar los muertos, uno por uno con nombres y apellidos, a la cara de la presidenta, a la que acusó de “vejar” a las víctimas. “Puede seguir distorsionando la realidad pero es inaceptable que siga disculpando su inoperancia e irresponsabilidad en el nombre de 50 víctimas de ETA”, le replicó Barkos, que le recordó que la utilización política que está haciendo de las víctimas en una materia tan sensible será recordada durante muchos en Navarra.

Pero eso es algo que no parece importar demasiado a los líderes de UPN, preocupados como están por recuperar cuanto antes el poder al precio que sea. Cómo estará la cosa, que después de casi tres años pidiendo al Gobierno que “escuche a las víctimas de ETA”, han acabado boicoteando un acto organizado por la AVT precisamente para ello. Por pedir, hasta han reclamado que se le quite la subvención. O conmigo, o contra mí. En este tema no hay mucho más margen.

De alguna forma, han metido la directa y no tiene pinta de que a estas alturas se vayan a bajar del carro, que cada vez falta menos para las elecciones. “Siempre contra el nazionalismo”, proclama la cuenta oficial de Recuperar Navarra, una organización sin rostro conocido y afín a UPN que aparecía como convocante del acto por las víctimas celebrado ayer en Baluarte. Por si quedaban dudas sobre qué iba la cosa.

Ya se sabe que en la política, como en el amor y en la guerra, vale casi todo. Lo uno y lo contrario. Ahí están por ejemplo el grupo municipal de UPN, que ya ha pedido que la ganadora de Operación Triunfo tire el chupinazo después de llevar dos años calificando de “populista” elegir por votación popular el lanzador del cohete. “Es un paripé para desviar la atención de los temas importantes”, decía no hace ni un año y medio su portavoz, Enrique Maya.

Les pasa como al PP, que un día privatiza la AP-15 y luego pide que sea gratis. O como al PSOE, que lo mismo aprueba una ley estatal para que la asignatura de religión se ofrezca en los colegios públicos que critica al Gobierno foral por cumplirla como, por cierto, hacen el resto de comunidades.

El premio gordo en cualquier caso vuelve a ser para Julio Pomés, el presidente del lobby anti-impuestos Civismo, que lamenta que la recaudación, en vez de hundirse como había dicho él, haya subido obligando a retrasar “a 2019 y 2020” sus malos augurios económicos. Pero sobre todo, que ese dinero vaya a servir ahora para “que más gente encuentre un salario político”, porque seguro que no son navarros de bien.

Y es que para Pomés “el dinero que cuesta el Parlamento escuece”, y como encima algunos parlamentarios son “desleales con la defensa de la identidad de Navarra” y aprueban “leyes sectarias” que no le gustan, considera que ha llegado el momento para dejar de pagarlo. Tal vez tenga razón, y lo mejor sea no pagar impuestos cuando gobiernan los que no te gustan. Pero ojo, hay que hacerlo con cuidado, que si no te puede pasar como al exeurodiputado de UPN-PP Javier Pomés, al que acaban de condenar a 16 meses de cárcel por ayudar a un jeque a estafar a la Seguridad Social. Si es que ya ni siquiera se puede defraudar en paz. Malditos comunistas.

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