Navarrismo monárquico bipolar

UPN Y PP CALIENTAN LA MARCHA POR LA BANDERA PLANTEANDO A LOS PRÍNCIPES DE VIANA Y PLEITEANDO PARA QUE LA ROJIGUALDA ONDEE EN EL AYUNTAMIENTO

De nada sirve poner todo el empeño si al final fallando los detalles. Uno puede hacer un trabajo ejemplar toda la semana, concienzudo y concienciado, navarrísimo a más no poder, que acaba empañado cuando llega el fin de semana. Porque queda un poco feo eso de abrazarse a la bandera y glosar su brillante rojo, sus cadenas, su corona y su esmeralda y luego plantar a los Premios Príncipe de Viana porque no vienen sus majestades los Reyes de España. Que una cosa es querer que estén y otra no ir al principal acto institucional de la cultura porque no vienen.

“No comparto las inexplicables razones y mucho menos el sectarismo que inspiran la decisión”, le escribía esta semana el diputado de UPN, Carlos Salvador, a la presidenta Uxue Barkos para justificar su ausencia en el acto. No kings, no party, venía a decir el salvador de la navarridad borbónica, y que en la misiva lamentaba lo “poco edificante” que era ver las múltiples ciudades que han visitado los reyes “en el último año”. Salvador citaba nueve, de Aranjuez a Badajoz, pero se olvidaba Pamplona. No porque no vinieran, que lo hicieron a finales de junio, sino por no estropear una carta que había quedado tan bien argumentada.

Todo un acto de mortificación, como de apretarse el cilicio, para alguien tan navarrista como Salvador, a quien le encantan este tipo de actos institucionales en los que se repite mucho la palabra Navarra. Suerte que esta era una semana de celebraciones en Madrid a cuenta del campeonato de liga, y que en el fragor de su bipolaridad identitaria pudo cumplir su cuota semanal de representación. “Felicidades a la gran familia del Real Madrid!!! Navarra también les acompañó en el Homenaje de la Comunidad de Madrid”, celebraba el diputado durante el acto. Allí no fueron los reyes, pero sí había una presidenta hecha y derecha, muy derecha, como Cristina Cifuentes. Para que luego no se diga que no está Navarra en los sitios importantes.
La verdad es que Salvador siempre ha tenido una vinculación muy especial con Madrid, donde colabora solidariamente todos los años tributando el 1% de los beneficios con su SICAV. Que no es mucho pero menos da un paraíso fiscal. Eso sí que es llevar con orgullo el nombre de Navarra.

En todo caso, en estas cosas es mejor tener cuidado, porque en esa carrera loca por negar la legitimidad al Gobierno uno empieza excluyéndose de los actos importantes y luego no sabe cómo volver a salir en la foto. Y como esto del Apocalipsis se acabe alargando más de lo esperado lo mismo pasan los años y la gente ni se acuerda que durante un tiempo pasaste por ahí.

Suerte que Ana Beltrán, otra de las indignadas por la ausencia de los reyes en los premios, explicaba con su habitual mesura los motivos de ausencia. Ni más ni menos que por la “actitud mentecata” y “de estrechez de miras” del Gobierno foral por “primar su aversión a la Casa Real frente al prestigio del premio y la visibilidad de nuestra Comunidad”. “Los premiados y su obra deberían poder contar con misma la repercusión nacional e internacional que han tenido los galardonados de ediciones anteriores, gracias a la presencia de la Casa Real”, defendía Beltrán esta semana, que en coherencia y para dar relevancia a los premios tampoco quiso acudir a los Príncipes de Viana.

Que igual nos estamos equivocando de reyes, como le pasa a la Delegación del Gobierno con la bandera. Que en medio de la campaña por honrar a la enseña roja a la que se le ha puesto nombre hasta en euskera (gurea) le ha dado por perseguir a los ayuntamientos para que no hagan ondearla sola. Vale que es por enredar, pero empeñarse mucho en poner la española la semana que se quiere agitar a las masas igual no se entiende mucho.

Sobre todo si quien sale en tu defensa es Ciudadanos, ese partido clave que solo planteará acabar con el régimen foral cuando tenga mayoría para ello, y para quien “la táctica de algunos ayuntamientos de ondear únicamente la bandera navarra no puede ocultar el verdadero deseo de este Gobierno nacionalista de hacer desaparecer nuestra identidad en favor de Euskadi”. Si al menos fuera en favor de España…

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