Continuando en el punto que acabamos ayer, es necesario detenernos un poco y retomar otra rama, directamente vinculada con cosas y personajes aparecidos en el famoso caso Egüés.
Una de las cosas más llamativas pero menos explotadas por la prensa (por estar la Caja en medio) era la aparición de ésta en el accionariado de Aricam: empresa matriz de Apartamentos Gorráiz – la promotora del apartotel.
Aricam, aparte de sus explotaciones en canteras, se había convertido en una empresa de ingeniería financiera, que buscaba en diversas localidades de la geografía nacional parajes con terrenos agrícolas para dignificarlos con urbanizaciones de golf. Se publicaron aquellos días varios ejemplos (Seseña, Illescas, Pastriz, etc) así como los métodos empleados.
La Caja se apresuró a salirse de Aricam tras estallar el escándalo. Con eso se conformaron. Nadie les pidió explicaciones sobre sus motivos para invertir en un holding opaco que no tiene ni placa en el portal de sus oficinas en Madrid.
Pareciera como si la clase política se hubiese acostumbrado a que esto es lo normal. Que las inversiones de la Caja se hagan bajo el criterio de relaciones personales (incluso familiares) de los inversores y los invertidos. Es en este punto donde aparece nuestro buen amigo Emilio Izquierdo, junto a otros dirigentes del grupo CETYA, como accionista de Aricam.
Retomando el relato inicial, encontramos cómo Emilio Izquierdo también comparte intereses con Guascor. Aricam, aparte de por Caja Navarra y Cetya, estaba participada por la empresa manchega GEDECO y por Caja Castilla la Mancha.
En dicha comunidad se está haciendo un gran parque temático -el Reino de Don Quijote- unido a varios proyectos de gran envergadura (no es tan cutre como Senda Viva anque sin duda la idea a éstos les vino de aquello). Incluye Casinos, hoteles, urbanizaciones con campos de golf y el primer aeropuerto privado de España con estación de AVE incluida. En todo ello vemos de nuevo a la gente de GEDECO y Caja Castilla la Macha, junto a Emilio Izquierdo y Caja Navarra a través de su participación en la constructora Obrascón. También encontramos como socio importante a la Corporación Eólica CESA, que como no podía ser de otra manera es de Mikel Grajales.
En Navarra también volvemos a tener el privilegio de contar con empresas de esta cuadrilla. Esto sí apareció publicado pero pasó sin pena ni gloria a pesar de lo que significaba. Era el día 28 de mayo de 2004, en que el Diario de Noticias estrenaba formato y rotativa y prometían una edición gratuita y se esperaba algo muy especial. La portada iba dedicada a una descafeinada entrevista a Galipienzo, cuyo mérito era el haberla conseguido – que no el contenido-.
Diario de Navarra por su parte aportaba un dato interesante y uno importante “Corporación Caja Navarra sale de Aricam y vende su 15% al resto de los socios”.
Se recuerda el accionariado de Aricam “Aricam estaba formado hasta ahora por seis socios: el grupo navarro Cetya (con el 35,6% del capital), el grupo inmobilirio Gedeco (con el 14%), la firma Salud Laboral (10%), Emilio Izquierdo (5,4%) y las cajas de Castilla La Mancha (20%) y de Navarra (15%). “ y los problemas judiciales del Caso Egüés, si bien se desvincula la salida a éste problema. Y es que “según fuentes cercanas, considera que su salida de Aricam responde a razones puramente de «estrategia empresarial»”. Se ensalza que la salida producirá beneficios. La coletilla del artículo asegura que “Otras fuentes del ámbito económico consideran que la marcha de la CAN es una forma de desvincularse de un proyecto empresarial cuyo sistema de gestión no comparte.”
Lo importante del día era un artículo que acompañaba al de salida de Aricam. Titulaba que “El Gobierno es socio de Aricam en Deltor Green, firma de plantaciones forestales de maderas nobles “.
“Según fuentes del Ejecutivo, los directivos de Deltor Green (ex-ejecutivos de una firma del grupo vasco Guascor dedicada a plantaciones nobles forestales) ofrecieron el pasado año a diversos grupos empresariales navarros y firmas de capital riesgo entrar en un proyecto de plantación de árboles para producir maderas nobles a través del cultivo intensivo durante los años que dura el ciclo productivo. Finalmente, Aricam, embarcada en un amplio proceso de diversificación, y Nafinco (firma del Gobierno, gestionada por Hacienda y que desarrolla inversiones en sectores industriales y de capital riesgo), entraron el pasado verano en el capital de Deltor Green con un 33% cada uno, mientras el otro 33% corresponde a sus socios iniciales (José Torres y Rafael de la Rica).”
El artículo menciona que “Fuentes cercanas al Gobierno sostienen que su presencia en Deltor Green junto a Aricam no tiene nada de «singular», porque la empresa, de «escasa actividad», se limita a gestionar las experiencias que realiza el Ejecutivo en esta novedosa actividad agroforestal. “
Nada de singular, dicen. En eso no mienten.
Lástima que Diario de Navarra se contentó con este toque de atención (suele acostumbrar a dar éste tipo de collejas al Gobierno para mantenerlos a raya) ya que la salida de Aricam de Caja Navarra y el asunto de Deltor Green redimensionaban alarmantemente el caso Egüés. Pero no se quiso profundizar en las conexiones mayores de un tema que más adelante se van desvelando (aunque nadie las va a investigar).
En los años venideros veremos en que acaban las inocentes inversiones forestales de empresas de estos señores como las de Echauri. Las malas lenguas dicen que quizás al final haya proyectos que afecten a esas fincas. De interés público, por supuesto. Góngora se llena y ya saben. Pero dejémoslo. Eso es desviarse mucho de lo que nos ocupa.
Tras estas lamentables coincidencias de inversiones públicas con personajes recurrentes cuyo verdadero motivo son las alineaciones astrales favorales, asistimos al desmantelamiento de EHN y a la inversión del Gobierno en Iberdrola con la compra en bolsa del 1% en 2005, un escándalo que transcendió en parte y que se despachó con cinismo por el gobierno y críticas por la oposición.
Pero eso. Las críticas son sólo eso. Como este escrito. Que no vale para nada porque nadie lo lee. Porque al fin y al cabo la corrupción es por acción u omisión. El problema no es el sistema sino las personas. Las que manejan la política como si de una hacienda privada se tratase y los que, entre partidita y partidita al golf, miran al green en vez de hacer su trabajo.
Por cierto; ¿había dicho ya que el mayor accionista privado de Iberdrola es Grajales?
Foto: Lince de Caja Navarra cerrando tratos con honrados empresarios