Quieres Viajar

Quizas con este escrito me salga del objetivo de mi blog que es hablar de viajes para nada mas lejos de la realidad. Quiero con estas palabras mostrar mi total simpatía hacia la Republica de Irlanda donde viví y que leo hoy tiene la paz cada vez mas cerca. Muchos años de guerra que pueden tener un final pronto, aunque yo que soy un poco exceptico no me lo acabo de creer y habrá que sudar, esperemos que no sangre para conseguirlo.

Y digo que no me salgo del objetivo de este blog porque voy a aprovechar estos momentos felices en los cuales se demuestra que el IRA ha desaparecido como banda terrorista, aunque parece que el IRA auténtico (esa excision del antiguo IRA tras la firma de los tratados) puede tener algo de actividad, para darnos una vuelta por Irlanda del Norte y mas concretamente Belfast.

Hay mucha gente a la que realmente la ciudad de Belfast no le dice mucho. Quizás nosotros por vivir donde vivimos y por tener día tras día lo que tenemos, podemos encontrar fascinante esta ciudad, los murales, las casas, aun todavía cerradas a cal y canto con escudos anti no se qué y el ambiente que se vive en la ciudad.

Y el que Belfast situada al este de Irlanda del Norte es accesible como es lógico a través de su aeropuerto internacional y la aparición de las archiconocidas lineas de bajo coste (Easyjet es una de ellas) por barco con sus conexiones con las principales ciudades costeras del oeste de las islas y por sus interminables carreteras si la visitas desde la Republica de Irlanda. 300.000 habitantes de los cuales se puede decir que la mitad corresponde a la parte católica y la otra mitad a la parte protestante. Es ahi donde comienza el gran conflicto pero es ahi donde no quiero empezar a entrar.

Empezaremos por la parte moderna, si por esa parte moderna que tienen todas las ciudades, con su city hall o ayuntamiento de la ciudad, monumento impresionante como el solo pero que realmente no dice nada. Se ve en esa zona una luz deslumbrante, quizás porque tantos años de tinieblas hayan quedado fuera y los habitantes de aquella ciudad quieran hacerlas desaparecer. Calle típica comercial donde encontrar todas las grandes multinacionales y quizás sea la parte moderna la menos especial de la ciudad aunque las compras en el Mercado de San Jorge todos los viernes es digna de ver sobre todo viendo esa venta del pescado que los sufridos irlandeses traen día tras día porque aunque no lo he dicho Belfast sigue dependiendo de su industria y de su pesca.

Y sin darnos cuenta después de comprar en las tiendas de calle Donegal y tomarnos un Tea en algunos de los bares «menos irlandeses» de la ciudad nos adentramos en la verdadera esencia turística de Belfast. Solo un consejo, si vais a contratar un taxi turístico deciros que son caros y que al final no hay un taxista «neutro» en la ciudad. Todos tienen su condición catolica o protestante y debido a ello, su punto de vista difiere si es de un lado o del otro. Os aconsejo no cogerlos porque además de caro, no vais a poder sentir la esencia de ambos bandos.

Uno de esos bandos se sitúa en Shankill Road. Es el bando loyalista o protestante donde sus habitantes sienten al 100% su sentimiento británico y su condición religiosa. Son los loyalistas lo unicos que se negaron al proceso de paz ya que su pertenencia al Reino Unido es total y no desean una Republica de Irlanda que cubra toda la isla. Guiados por Ian Parsley, su lider, defienden su identidad protestante y en este momento son la unica comunidad que tienen una banda militar en defensa de su lucha.
Como podéis imaginar los murales de los loyalistas son incluso mas grandes que los catolicos defendiendo su identidad. Brillan por la calle las banderas britanicas y salen a la luz las banderas del Rangers ya que estaba claro que si los católicos simpatizan con el Celtic, los protestantes iban al otro lado. No me pare mucho por la zona. Quizas vi un ambiente que no me gustaba y viendo los murales y recorriendo las calles me di por satisfecho.

Para pasar de un barrio al otro, nos encontramos con el Muro de Belfast. Al igual que el de Berlin o el de Israel separaba ambos barrios para controlar los actos vandálicos entre personas de ambos barrios. Es impresionante saber que cada persona que los saltaba moria en el intento. Curioso ver las casas cercanas al muro, aun todavía enjauladas y cerradas a cal y canto. No se fían de nadie todavía. El muro, este no se si de la verguenza o no, esta abierto. La convivencia es cada vez mejor siempre salvando las distancias claro esta.

Y entramos en Falls Road, la calle católica donde los murales cambian de color claramente y donde los republicanos o católicos muestran en sus murales, peor cuidados eso si, sus luchas, sus lideres, sus muertos en esta sangrienta guerra. Aqui es donde se respira el aire irlandes, donde se ve la bandera irlandesa en todos los balcones y donde los pubs se asemejan mas a los de la Republica. Cientos de murales hablando de su guerra, de su apoyo a otras guerras, similares o no a la irlandesa. Momentos para el recuerdo de Bobby Sans, de los presos vascos, a Nelson Mandela. Dignos de ver y de sentir todos los murales.

Para ir acabando remarcaros que la convivencia en Belfast está controlada. Es posible pasearse por ambos barrios sin mayor problema, aunque gente que te diga algo hay en todos los lados.

Espero que a través de este largo escrito, os haya podido enseñar un poco mas la historia de Belfast. No ha sido ni una cuarta parte de lo que podría deciros. Estoy abierto a hacerlo cuando queráis.