Fluctuat nec mergitur (Lema de París)

Aquellos que renunciarían a la libertad esencial por comprar un poco de seguridad temporal no merecen ni la libertad ni la seguridad. Benjamin Franklin

ParisLa sociedad francesa, y en general la occidental, ha quedado en shock después de los terribles atentados de París del pasado viernes. Y es en este contexto en el que el Presidente de la República Francesa, François Hollande, hizo un discurso ayer que a muchos nos recordó el de George Bush tras el atentado de las Torres Gemelas, el 11 de Septiembre de 2001.

Las duras medidas que propone me parecen, de entrada, un inmenso error como ya lo fueran aquellas que nos llevaron a la guerra de Iraq hace ya 10 años. Medidas que serían aún más duras si Marine Le Pen, que cada vez está más arriba en las encuestas, accediera al cargo. Me centraré en las dos más impactantes que desde mi punto de vista vulneran las libertades más esenciales.

Cerrar mezquitas donde se imparta el odio. Esta medida, que a priori parece del todo lógica me parece un auténtico despropósito por varias razones. La primera, y más obvia, las mezquitas no delinquen, lo hacen quienes hablan dentro. Y dentro de una mezquita, quien lleva la voz cantante es el imán, y su junta directiva. No hace falta cambiar ley alguna para actuar, y si alguien de ese grupo mencionado actúa al margen de la ley generando odio hay mecanismos en la actualidad para detener y poner a disposición de la justicia. Me resisto a creer que la policía y los servicios secretos no sepan si en determinadas mezquitas se da o no esos reprobables mensajes. Las consecuencias de cerrar una mezquita no son menos graves porque estás yendo contra una de las libertades más básicas de la ciudadanía, que es la libertad de credo, y su libertad para ejercerla. ¿Qué mensaje mandamos al cerrar centros de culto? Los fieles que fueran a ese lugar se radicalizarán más sin duda alguna si en vez de detener y cambiar a ese presunto imán generador de odio por otro con un mensaje de paz se cierra su lugar de rezo. Además, cerrar una mezquita no evitará que sus feligreses se dejen de reunir en otro lado. Por no mencionar que los terroristas de Daesh aplaudirán con las orejas si se llega a este extremo porque eso alimentaría su discurso del choque entre fieles e infieles.

La segunda medida que se está barruntando es el cierre de fronteras para evitar la llegada de refugiados. Ayer Hollande dijo que o se reforzaban las fronteras exteriores de la UE o Schengen, el acuerdo que permite la libre circulación por la Unión, estaría muerto. Marine Le Pen fue más allá al pedir la prohibición de la llegada de más inmigrantes. Polonia, por su parte, anunció que no iba a aceptar ni un solo refugiado más (1). Otro despropósito a añadir. Según los datos que nos ofrece ACNUR (2) hay 4.180.631 refugiados sirios en los países vecinos. Esta cifra incluye a 2,1 millones de sirios registrados en Egipto, Iraq, Jordania y Líbano, y 1,9 millones de sirios registrados por el gobierno de Turquía. Además, hay más de 7,5 millones de desplazados internos en Siria. ¿De verdad es razonable pensar que toda esa cantidad de refugiados son peligrosos terroristas para la UE cuando precisamente están huyendo de la guerra y el terrorismo? Otro dato, y no menos importante, Daesh considera como traidores a los refugiados tal y como ha dejado claro en muchos de sus comunicados (3). A más, ayer mismo Heiko Maas, Ministro Justicia Alemania decía que el «pasaporte sirio (encontrado en uno de los terroristas suicidas en París) puede ser falsa pista para radicalizar el debate sobre los refugiados«. A mí me produce una inmensa tristeza ver este debate en una Europa dónde además de lo anterior nos estamos peleando por acoger a 150.000 refugiados en toda la UE.

Para mí, la prueba que hace que estos dos debates, los refugiados y las mezquitas, es un inmenso error es lo que se va sabiendo de los nueve terroristas (4) de la masacre en la capital gala. De ellos, cinco son de nacionalidad francesa, tres no se han identificado todavía, y uno de ellos es el que tenía el pasaporte sirio mencionado anteriormente. Según se ha podido saber todos ellos son jóvenes que proceden de los barrios bajos franceses y han estado envueltos en la delincuencia de poca monta. Según el artículo de Rafael Poch (5) en el que cita al magistrado de la sección antiterrorista de París, Marc Trédivic, el perfil de estos terroristas es que solo “un 10%” de las causas del reclutamiento de los yihadistas se deben al aspecto religioso. La atracción viene más “de los problemas que hacen que esa gente no esté insertada en la sociedad; ausencia de trabajo, su pasado violento de delincuencia, eventuales problemas psiquiátricos”, enumera. Así mismo, añade Poch citando al  psicoanalista de la Universidad Paris-Diderot, Fethi Benslama, los reclutas del yihadismo francés son perfectos analfabetos en materia religiosa. Son gente “que busca la radicalización, antes incluso de encontrar el producto”.

Hollande también habló de dos cosas más, aumentar la policía, y destruir a Daesh. No sé si con un aumento de policía habrá más seguridad porque viendo cómo actúan los terroristas se necesitaría un policía por cada ciudadano. Quizás sea mucho más efectivo invertir ese dinero en aumentar los recursos de Inteligencia que puedan analizar y advertir de posibles atentados.

En lo que estoy totalmente de acuerdo es en que hay que destruir a Daesh. Independientemente de que considere o no idónea una intervención militar visto el resultado final en Libia e Iraq, Francia parece que va a seguir esa senda. Pero aún cuando el uso del ejército fuera la mejor opción, el discurso del Presidente francés me genera muchas dudas. La primera es que para acabar con el santuario que los terroristas tienen entre Siria, e Iraq hay que mandar infantería. No vale con indiscriminados quirúrgicos ataques aéreos. Y para ello sólo hay tres opciones; mandar tropas propias, dejar hacer a kurdos, y al dictador Al Asad, o ambas juntas. Ayer mismo Obama descartaba mandar soldados americanos.

Dejar hacer a los kurdos es contrariar, si no algo mayor, a Turquía, cuando es perfectamente sabido que los turcos han estado y están bombardeando el Kurdistán (6). Por otro lado dar apoyo a Al Asad es dar un giro de 180 grados a lo que ha hecho Francia en los últimos años (7) que es apoyar financiera, y armamentísticamente a los enemigos del dictador sirio. En ese sentido llama la atención las declaraciones de Hillary Clinton en las que admitía que “financiamos mal a rebeldes sirios y surgió Estado Islámico” (8).

Y es aquí donde surgen nuevas preguntas sobre el futuro de esa acción coordinada que acabará con Daesh. ¿Quién ha financiado a Daesh?, ¿quién ha armado a Daesh?, ¿quién compra el petróleo a Daesh? Ayer mismo, el presidente ruso Vladimir Putin, cuya aviación desde hace unos meses está ayudando al régimen de Al Asad, lanzaba una velada acusación diciendo que “La financiación, como hemos sabido, proviene de 40 países, entre ellos varios países del G-20”, aludiendo de manera muy directa a Turquía y Arabia Saudí (9). Por el contrario, en dicha cumbre han acordado luchar contra la financiación de Daesh, y yo espero, por el bien de todos, que sea lo más temprano posible, y de la manera más eficaz porque ahogarlos financieramente es el primer paso para su derrota.

Espero que además de lo anterior se haya aprendido de una vez por todas la lección de la inmensa bisoñez que ha sido creer que se podía controlar a quién no puede ser controlado tal y como nos advierte el twittero @cierzo_bardener; “El yihadismo es la expresión militar de una ideología totalitaria que no admite en su seno ni el capitalismo, ni el comunismo, ni el nacionalismo, ni el laicismo, etc. a los que considera enemigos a eliminar y toda colaboración con ellos es considerada temporal a fin de eliminar un enemigo para posteriormente centrarse en el otro. Como en el caso del escorpión de la fábula, está en su naturaleza y espera el momento para revolverse contra sus antiguos aliados” (10).

Para finalizar, el mensaje de esperanza que nos deja el lema de la ciudad de París. Fluctuat nec mergitur, que significa “Es batida por las olas, pero no hundida”. Nos han golpeado sí, pero no nos podrán hundir.

José Antonio Beloqui

(1)http://www.eldiario.es/desalambre/Polonia-ultraderecha-xenofobia-rechaza-refugiados_0_452505040.html

(2) http://www.acnur.org/t3/que-hace/respuesta-a-emergencias/emergencia-en-siria/

(3) http://observatorioterrorismo.com/comunicacion-publica/daesh-lanza-una-campana-audiovisual-para-recordar-a-los-refugiados-sirios-que-llegar-a-europa-les-pone-en-serie-de-riesgo-de-fornicacion-sodomia-drogas-y-alcohol/

(4) (El Mundo) http://www.elmundo.es/internacional/2015/11/16/5649827446163fe8268b45d5.html

(5) (La Vanguardia) http://www.lavanguardia.com/internacional/20151116/54438864647/como-maldita-profecia.html

(6) (El Mundo) http://www.elmundo.es/internacional/2015/11/11/56435f83268e3ec4028b459e.html

(7) http://m.france24.com/en/20140821-france-arms-syria-rebels-hollande

(8) https://actualidad.rt.com/actualidad/view/136648-clinton-ayuda-rebeldes-sirios-estado-islamico

(9) (La Razón) http://www.larazon.es/internacional/putin-varios-paises-del-g20-financian-al-estado-islamico-CD11211641#.Ttt1MSTten1M35x

(10) http://blogs.noticiasdenavarra.com/prolibertatepatria/2015/11/16/paris-afganistan-2-0/

París, Afganistán 2.0

«Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes«

Corría el año 1978 cuando la Unión Soviética se decidió a intervenir para frenar un sangriento conflicto entre facciones del Partido Comunista Afgano por hacerse por el poder. La guerra fraccionalista y la operación soviética para mediar entre ambas partes alentó a islamistas de diferentes grados para alzarse y ya en 1980 el gobierno afgano y las tropas soviéticas solo ejercían un control efectivo en las grandes ciudades del país.

EEUU ante la oportunidad que le había dado la historia para golpear a la URSS en su patio trasero apoyó, financió y armó (con la ayuda de los servicios secretos pakistanís) una red internacional de voluntarios islámicos para derrocar al gobierno comunista afgano y asestar un golpe que a la postre resultó definitivo a la Unión Soviética.

A este fin decenas de miles de islamistas acudieron a Afganistán desde el Magrhib hasta Filipinas e Indonesia, pasando por las repúblicas soviéticas de Asia Central, y una vez tomada Kabul en 1992 muchos de ellos volvieron a sus países radicalizados y con una gran experiencia en manejo de armas, lo que sumió a países como Argelia, Libia, Pakistán, etc. en un baño de sangre sin precedentes en el periodo 1992-2000 que a duras penas pudo ser sofocado.

El hecho de apoyar a una opción rigorista en un país de base tribal no funcionó y tras muchos conflictos sangrientos los Talibán se hicieron con el poder en el país mientras la atención pública se centraba en el derrocamiento de Sadam Hussein, en una invasión que atrajo a los desmovilizados de Afganistán y de las diferentes guerras civiles que azotaban el norte de África sumiendo Iraq en un conflicto sectario sangriento que a mayor o menor escala perdura hasta la actualidad.

Las Primaveras Árabes que comenzaron en 2011 preludiaban un aire de libertad en unos países del norte de África y Oriente Medio regidos por largas dictaduras o monarquías absolutistas. Así pues en cuestión de meses caían los gobiernos de Túnez, Egipto y Libia y sufrían bastantes apuros para mantenerse en el poder Ali Saleh en Yemen, Bashar al Asad en Siria y la familia real de Bahréin.

Si bien las primaveras árabes convulsionaron los países anteriormente citados, dos casos de entre ellos han causado terremotos a nivel internacional, de los cuales sufrimos las consecuencias y estos son Libia y Siria y que guardan enormes paralelismos con el caso afgano.

Referente a Libia y coincidiendo con rumores que circulaban por toda Europa de que se iban a descubrir la financiación por parte de Gadafi de numerosas campañas electorales de partidos políticos (y en especial Sarkozy y la UMP) que habían llegado al poder con ese dinero, estalló en el este de Libia un alzamiento cívico-militar que rápidamente fue apoyado por países occidentales y estados del Golfo dotando a este alzamiento de armas, voluntarios y cobertura aérea, haciéndose rápidamente con el poder en Libia el brazo político de la rebelión, una heteróclita amalgama de milicias tribales, federalistas e islamistas, saqueaban los arsenales del ejercito libio y se repartían el territorio libio en innumerables feudos enfrentado entre ellos.

Fruto del saqueo de los arsenales libios se generó una enorme inestabilidad en el Magreb ya que los grupos yihadistas de la región disponían de una fuente casi inagotable de armas y munición y al poco se estableció un emirato islámico en el norte de Mali que tuvo que ser abortado por Francia con la ayuda de tropas de los países vecinos. Otra parte del botín de dichos arsenales fluyo a milicias armadas en Nigeria, Túnez, Egipto, Argelia y Siria.

Desde 2012 hasta el día de hoy Libia ha estado sumida en el desgobierno, primero con un gobierno islamista protegido por unas milicias provenientes en algunos casos del extinto Grupo Islámico Combatiente Libio (vinculado a Al Qaeda) o de la Hermandad Musulmana, y después sumida en una guerra civil, cuando los islamistas se negaron a abandonar el poder una vez vencida la legislatura y en la que el ISIS y Al Qaeda crecen a sus anchas ante el desinterés europeo pese a ser una plataforma para lanzar ataques a centenares de kilómetros de Europa.

Siria, antaño parte del imperio colonial francés vio como una serie de malas cosechas y un empobrecimiento de la población unido a la involución política del país tras unos años de tímida apertura política dio lugar a una insurrección civil que con el tiempo fue instrumentalizada por los mismos grupos que en diversas ocasiones se habían alzado con anterioridad a fin de establecer un estado regido por la Sharia.

Francia, viendo la posibilidad de volver a influir en un país que había salido de su control en los años 60 apoyó inmediatamente a los alzados y en compañía de Turquía, Arabia Saudí y Qatar canalizó la ayuda proveniente de los países de la Unión Europea y EEUU. Durante años se ha armado a unos rebeldes moderados que si bien al principio tuvieron diversos éxitos militares, se han vistos diezmados por la incompetencia y la corrupción de sus mandos políticos y militares y las deserciones masivas a opciones más serias y /o mejor armadas.

Pese a que es francamente visible en lo que ha derivado el conflicto sirio en el que el ISIS controla prácticamente la mitad del país y lo que jocosamente sea venido a llamar Rebeldes Moderadamente Moderados (Al Nursa/Al Qaeda, Ahrar Al Sham,Liwa Al Quds,etc) se extienden por las provincias de Idlib y Alepo, el flujo de armas canalizados por Francia, Qatar, Turquía no se ha visto reducido aún a sabiendas de que dichas armas y hombres destinados a los rebeldes moderados acabaran en manos yihadistas ya sea por saqueo, venta o deserción de la tropas con las armas recién entregadas.

Conclusión

Lo anteriormente escrito no es fruto un análisis acrítico antioccidental sino de un serena reflexión que refleja el errado empeño de países occidentales en aliarse ocasionalmente con el yihadismo a fin de combatir a un enemigo común.

El yihadismo es la expresión militar de una ideología totalitaria que no admite en su seno ni el capitalismo, ni el comunismo, ni el nacionalismo, ni el laicismo, etc. a los que considera enemigos a eliminar y toda colaboración con ellos es considerada temporal a fin de eliminar un enemigo para posteriormente centrarse en el otro. Como en el caso del escorpión de la fábula, está en su naturaleza y espera el momento para revolverse contra sus antiguos aliados.

En los años 80 los voluntarios que combatieron para derrotar al comunismo eran del Magrib, Asia Central e Indonesia-Filipinas, los de esta década además incluyen decenas de miles de jóvenes nacidos en Europa ,EEUU, Canada y Australia y nada induce a suponer que no van a repetir el esquema reproducido en los 90 en el Magreb, esto es, radicalizar a la población musulmana y establecer allá donde puedan emiratos regidos por la Sharia.

Los que han cometido este horrendo crimen en París saben que están creando un caldo de cultivo para inestabilidades posteriores fomentados por los recelos interreligiosos entre franceses y la posible represión policial que hábilmente manipularan para mostrarla como un ataque al Islam cuando en realidad se trate de la desarticulación de un grupo extremista incompatible con lo que significa Francia y Europa. Y además saben que van a coger de improviso a los servicios secretos occidentales ya que éstos han considerado (salvo honrosas excepciones) la radicalización de su juventud como un problema lejano en el tiempo que con suerte les solucionaría un problema con un gobierno no amigo y con mucha suerte se quedarían o morirían en dicho país, cosa que como demostró el caso afgano no es cierta.

Es hora de tomarnos en serio, entre todos, el problema de la radicalización y el de los retornados porque explosiones como las de ayer son evitables a base de reforzar la vigilancia, pero el caldo de cultivo es más difícil de detectar y controlar y este es el descontento de la juventud (no necesariamente de origen musulmán) la falta de perspectivas de futuro y la facilidad con la que se propagan los discursos de odio y se financian estos discursos desde países anclados en el Siglo VIII.

Por @Cierzo_bardener

Enlaces

Gadafi-Sarkozy -> http://internacional.elpais.com/internacional/2015/03/06/actualidad/1425652258_623802.html

Guerra civil libia http://blogs.noticiasdenavarra.com/prolibertatepatria/2014/11/24/la-crisis-de-libia-en-el-contexto-regional/

->http://lendavant.com/el-terror-del-isis-en-libia/

-Armas francesas en Siria https://actualidad.rt.com/actualidad/174091-francia-entrega-armas-siria

[Enlace roto.]

http://www.europapress.es/internacional/noticia-hollande-confirma-francia-envio-hace-meses-armas-rebeldes-sirios-20140822060606.html

El Rubicón catalán

César RubiconCayo Julio César contempla la otra orilla del río Rubicón. Sabe lo que ocurrirá si lo cruza al mando de sus hombres de la XIII Legión. Es ley que un general que cruce ese límite con un ejército habrá deshonrado el juramento de la República.

Observa triste el lento paso de las aguas. Él jamás ha incumplido la ley. Ha sido un auténtico ejemplo en el cumplimiento del Cursus Honorum, haciendo y estando en cada cargo público cuándo y cómo debía. Una corona de laurel le recuerda cómo salvó a sus hombres, y cómo sus infames enemigos deben levantarse a aplaudirle porque es tradición que así se haga al portador de tan distinguido honor.

El caballo relincha, y casi desde aquí percibo el vaho de la nerviosa respiración del fiel animal de César. No es una decisión fácil.

Su pensamiento se dirige ahora hacia sus senadores enemigos. Esos togados que eran incapaces de moverse de su anquilosado asiento senatorial, y dejar morir a una Roma corrompida hasta en sus cimientos. Eran incapaces de ver la agonía de una República que pedía un cambio. No consiguieron destruir a su grupo aún cuando quedó descabezado tras la acción de quien se ve cómodo conspirando para mantener sus privilegios.

Sonríe pensando en su reacción creando el triunvirato entre Pompeyo, Craso, y él, y la sonrisa se torna amarga al recordar a su amigo Craso, y su muerte ante los partos. Algún día saldaría esa cuenta contra aquel indómito pueblo. El destino siguió siendo cruel y su hija, mujer de Pompeyo, y el niño que llevaba dentro  murieron al nacer dejando al albur del capricho de un hombre de provincias una alianza que hubiese salvado Roma. No tardó Pompeyo en dejarse seducir por los cantos de sirena de aquellos senadores ávidos de ver la destrucción de César. Entonces la situación se complicó para el hombre más famoso de la gens Julia. La guerra civil parecía inevitable puesto que si tenía que elegir entre perder su Auctoritas o su Potestas se decantaría por lo primero.

César no tiene otro remedio que violar una ley que si se cumple le destruirá. Después de conquistar las Galias para el Pueblo de Roma, verse relegado por un Senado ingrato es demasiado. Le viene a la mente la cara de satisfacción de Catón y demás personajes de similar calaña resonando a su vez en sus oídos los gritos jurando que le encadenarían, le juzgarían y le desterrarían. Eso si conseguía llegar vivo a Roma. Duda de que le dejen vivir, aunque si aceptara lo que le ordenan lo más seguro y honorable que puede hacer es arrojarse sobre su espada como patricio y descendiente del trono de Alba Longa que es.

Recuerda incrédulo la carta del Senado. En ella se le ordena devolver el mando de sus legiones. Él, acatando la legalidad, les entrega dos de ellas, y pide garantías senatoriales. La respuesta recibida es la anulación de todas sus leyes promulgadas mientras fue Cónsul, incluida su medida más querida. Aquella en la que concedía la ciudadanía romana a los habitantes de la Galia Cisalpina.

Aquello era la gota que colmaba el vaso. ¿Cómo se atrevía el Senado a negar lo que era suyo a aquellos hombres que habían derramado su sangre por la República? Aquellos que habían sido masacrados en Gergovia, y que habían sufrido un terrible asedio en Alesia. Él había padecido mil penurias con sus hombres, y había luchado codo con codo con ellos, y no podía dejarles tirados.

El último golpe recibido fue ver a los tribunos de la plebe, que eran intocables, verse arrastrados ante él llenos de jirones y moratones al tratar de vetar tal injusticia. El Senado ordenaba además expulsar a los galos del ejército. No cabían más humillaciones.

Ante la opción de ser juzgado por sus enemigos, o el suicidio honorable, solo tiene una salida; cruzar el Rubicón. A un hombre se le pueden exigir muchas cosas, pero no que sea el mártir de un régimen corrupto y abyecto dirigido por incompetentes, resentidos y ladrones.

¿Y qué tiene que ver esto con Catalunya? Nada. O tal vez sí. Sea como fuere las cosas ya no serán iguales.

Alea Jacta Est.

José Antonio Beloqui

Fuente: http://www.historialago.com/