Ni la madre que la parió…

EspecialistasDicen que cuando el Partido Socialista Obrero Español alcanzó por primera vez el poder a principios de los años ochenta, un exultante Alfonso Guerra exclamó “A España no la va a conocer ni la madre que la parió”. Yo no se si la España que dejaron años después, cuando perdieron el poder, sería o no reconocible, tiendo a pensar que no pero no por los motivos que en su día pensaba el lenguaraz vicepresidente.

Pero si esa España que dejaron los socialistas era difícilmente reconocible, no me quiero ni imaginar que pensaría un navarro de principios de los 90 si viera el solar en que han convertido Navarra cuatro legislaturas y media de Unión del Pueblo Navarro con Sanz dilapidando su futuro en años de bonanza y con Barcina exprimiendo hasta la última gota de la ubre de la vaca del viejo Reino cuando ya no había más que repartir.

Teníamos entonces una comunidad con un convenio y una autonomía foral que nos permitía, en cierta manera, gobernarnos nosotros mismos o por lo menos que nos dejasen bastante a nuestro aire, con una floreciente Caja de pueblo que además era el instrumento financiero que permitía al gobierno cierta libertad de movimientos económicos.

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Profundizar en la democracia

Barcina y el esparragoQue la, todavía, presidenta Barcina se haya sumado entusiasta a la “renovación democrática” propuesta por Rajoy no es algo que me pueda extrañar o, al menos, no más que la ocurrencia del segundo de llamar así a lo que no es más que un intento de garantizar cuotas de poder cuando el sistema bipartidista se derrumba. Ambos comparten un concepto de democracia que cada día se parece más a la democracia orgánica de aquel señor bajito que tampoco tuvo mayor empacho en llamar democracia a la dictadura más longeva que dio Europa el siglo pasado.

Pero claro, quizás solo se trata de la añoranza por aquel automatismo del Amejoramiento que garantizaba de facto el reparto de poder perpetuo entre UPN y PSN en el Palacio Foral, reparto que dio “jugosos” frutos como la inenarrable teoría del quesito o la simbiosis política entre ambos hasta la incapacidad intelectual de distinguirlos. Costó años de esfuerzo acabar con aquel anacronismo antidemocrático que hundía sus raíces en lo más profundo del franquismo y dos minutos recomponer la situación a las órdenes de Ferraz y Génova.

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Navarra; La transición hurtada

CIGAJArturoCampiónb“Navarra cada día va siendo menos vasca… y cada día menos Navarra también. La Ley de degeneración es doble: la una vacía el contenido vasco. La otra, el contenido navarro. Esta segunda ley opera con mayor lentitud que la otra”.

Arturo Kanpion

 

A raíz de mi último artículo me preguntaba un lector, presumiblemente en distinta postura ideológica que yo y desde fuera de Navarra… ¿Crees que es posible el vuelco o cambio de régimen? ¿Ves posible una colaboración de cualquier tipo entre las dos fuerzas abertzales de Navarra? Y me pareció que ambas preguntas merecían una reflexión más pausada que un Si y un No que es como hubiera respondido de haberme enfrentado al referendum por la independencia de Catalunya y no a una pregunta en el blog.

Pero antes de entrar en materia e hincarle el diente a la primera pregunta, la segunda será objeto de un próximo artículo, resulta imprescindible saber porque y como hemos llegado a esta situación donde nada es lo que parece ni nada se parece a lo que en realidad es.

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¿Donde está Barcina?

Si algo ha caracterizado al estrambótico gobierno que venimos padeciendo los navarros desde el pasado mayo ha sido el más que curioso reparto de papeles que han protagonizado sus dos principales protagonistas Yolanda y Roberto, Roberto y Yolanda, tanto monta, monta tanto…

Si no era de esperar que un referente de lo que hemos dado en llamar el “aparato” de su partido, martillo de herejes y progres varios a los que ha ido situando en la puerta de salida del Paseo Sarasate en su alocada carrera hacia la Secretaria General del Partido y con un protagonismo mediático más que discreto, se hiciese cargo de la ingrata labor de dar la cara por el “invento” y menos con la que está cayendo y con las medidas tan poco sospechosas de socialismo con las que le ha tocado lidiar… Menos, aún, lo era el mutis por el foro que ha protagonizado Yolanda, tan acostumbrada ella al fulgor mediático y a ser el perejil de todas las salsas, y que anda desaparecida si exceptuamos las tertulias más “chic” de la capital de España y las más cutres, pero igual de rentables políticamente, de la extrema derecha nacional-católica, dejando a sus vicepresidentes a los pies de los caballos.

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