Medidas desesperadas

Alli“La decisión de cambiar las caras y volver al pacto UPN-PSN ya esta tomada, y no en Pamplona”.

Juan Cruz Alli Aranguren. Ex presidente del Gobierno de Navarra.

Allá por el mes de Junio de este año el siempre sorprendente ex presidente navarro, Juan Cruz Alli, nos dejaba para la Hemeroteca la “perla” que encabeza este artículo aunque la verdad es que esta vez la cosa paso sin pena ni gloria en medio del áspero rifi-rafe entre socialistas y regionalistas que ha presidido la peor legislatura de la reciente historia de Navarra, desde que la, todavía y cada día menos todavía, presidenta del Gobierno de Navarra decidió expulsar al Vicepresidente Jiménez en un calentón que dio al traste con la estrategia del quesito que ha gobernado Navarra desde la transición.

No soy yo muy aficionado a minusvalorar las opiniones del ex presidente, que de forma continuada ha dado muestras de una agilidad mental y política dignas de un mejor final que el que tuvo, pero tengo que reconocer que esta vez la cosa me sonó a “conspiranoica” y poco ajustada a la realidad Navarra de hace cuatro meses. Error que no volveré a cometer.

Ayer la, todavía y cada día menos todavía, presidenta del Gobierno de Navarra “sorprendía” a los suyos, y a los que no lo somos, con la renuncia a seguir encabezando UPN de cara a los próximos comicios de 2015, en un gesto que no le cuadra a nadie que haya seguido su carrera política con un mínimo interés. Carrera basada en un estilo personalista y autoritario de ejercer en política y con una marcada tendencia a poner su propia persona por encima de cualquier otra consideración. Y más teniendo en cuenta que hace escasos dos meses había anunciado su intención de seguir castigando a los navarros con su nefasta gestión.

¿Qué ha pasado, pues, para que Yolanda Barcina haya tirado la toalla?

Lo primero que se le viene a uno a la cabeza es que el ex presidente tenga más razón que un gurú especialista en filosofía oriental y que Navarra, una vez más, haya sido pieza en una partida de Ajedrez que se juega en otros lares. Es evidente que una vez liquidados Jiménez y Barcina, y más viendo a la sucesora del primero la senadora María Chivite que encarna como nadie la contumacia del PSN en seguir haciendo de dominguillo de Ferraz, nada impide la vuelta a los buenos viejos tiempos del quesito, nada salvo que esta vez no lleguen las piezas para acabar la partida.

La segunda opción es que otro ex presidente, este mucho más cercano en el tiempo, tenga algún as en la manga que el resto desconocemos y que Barcina haya sido cocida en la salsa del mismo regionalismo. Su último movimiento en la comilona que se dio la Asociación de Afectados por Yolanda, es decir los que no entraron en el reparto, en el Hotel Puerta de Beloso, montando una corriente interna pro quesito parece apuntar en ese sentido, aunque no parece que tamaña reunión de viejas glorias pudiera ser capaz de arredrar a la, todavía y cada día menos todavía, presidenta. Aunque tampoco convenga menospreciar la capacidad de maniobra del corellano y de su círculo hostelero que ya en otras ocasiones ha demostrado una eficacia fuera de lo normal.
Pero tampoco sería una buena idea descartar la otra variable, a ocho días escasos de la aparición del Navarrometro en estos momentos con el trabajo de campo hecho y en plena fase de preparación culinaria, en sus dos variantes; que UPN se haya quedado sin fichas para jugar o que el electorado se haya comido la reina blanca que todo pudiera ser porque la famosa encuesta tiene tanto estimación de voto como valoración de líderes.

Queda aún la explicación del “cuore” pero esa la dejo para Isabel San Sebastián que no estoy yo para perder el tiempo con el “Sálvame de Luxe”…

La ventaja que tiene todo este puzzle es que las piezas van a ir encajando en breve; Navarrometro, nuevo candidato regionalista y las elecciones de mayo y sabremos pronto cual es la X de la incógnita o si hay un poco de todas ellas.

En todo caso, no comparto yo la sensación de euforia generalizada de la oposición por el anuncio de la, todavía y cada día menos todavía, presidenta. Creo yo que esta es una pésima noticia para los que aspiramos al cambio. Hasta el Conserje de la sede de la Plaza Príncipe de Viana es mejor candidato que Barcina, mejor para UPN claro, después del solar que ha dejado a su paso por el Palacio de Gobierno. Nunca una presidenta habrá dejado una herencia más parecida a la que dejaba el jamelgo de Atila.

De todas formas:

Agur Barcina… y que lleves tanta paz como descanso dejas…

Ander Muruzabal

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