Navarra; La transición hurtada

CIGAJArturoCampiónb“Navarra cada día va siendo menos vasca… y cada día menos Navarra también. La Ley de degeneración es doble: la una vacía el contenido vasco. La otra, el contenido navarro. Esta segunda ley opera con mayor lentitud que la otra”.

Arturo Kanpion

 

A raíz de mi último artículo me preguntaba un lector, presumiblemente en distinta postura ideológica que yo y desde fuera de Navarra… ¿Crees que es posible el vuelco o cambio de régimen? ¿Ves posible una colaboración de cualquier tipo entre las dos fuerzas abertzales de Navarra? Y me pareció que ambas preguntas merecían una reflexión más pausada que un Si y un No que es como hubiera respondido de haberme enfrentado al referendum por la independencia de Catalunya y no a una pregunta en el blog.

Pero antes de entrar en materia e hincarle el diente a la primera pregunta, la segunda será objeto de un próximo artículo, resulta imprescindible saber porque y como hemos llegado a esta situación donde nada es lo que parece ni nada se parece a lo que en realidad es.

Y para entender lo que pasa en Navarra hay que partir de la base de que es el único territorio donde no hubo transición política, pasamos de un régimen foral castrado que pervivió durante la Dictadura, se supone que por los servicios prestados, a un régimen foral igualmente castrado al que se procedió a tunear de democracia consiguiendo el triste record de ser la única norma de convivencia del estado autonómico que ni esta contemplada en el cuerpo ordinario constitucional, que ni es autonómica y, lo que es muchísimo más grave, se negocio de forma opaca y sin refrendo popular alguno… y eso que partiamos de una situación distinta que era la única que se le había colado al Dictador en cuanto a centralización del estado.

¿Qué es pues lo que no encaja para que la única Comunidad que ha gozado de cierta autonomía durante la dictadura y que además no ha causado problema alguno sea la única a la que le es hurtado el derecho a decidir sobre si misma que se ve relegado a una disposición adicional de la Constitución y, además, de forma sesgada?

Y la respuesta, como dice un amigo mío carlista, español y católico irreductible, es “la legítima”… “Navarra tiene la legítima”.

Todo el argumentarlo legalista que descarga el nacionalismo español sobre las pretensiones catalanas o vascas se disuelve como un azucarillo si la que plantease esas mismas pretensiones fuese Navarra, aunque a estas alturas del S. XXI parezca que ya sea hora de las personas y no de los territorios.

Así las cosas, eso que los navarros llamamos régimen no es el gobierno de UPN durante 18 años, eso es difícilmente digerible pero a todo se acostumbra uno, lo que los navarros llamamos régimen es a esa especie de pacto nunca suscrito por el cual votar UPN, PP o PSOE ha sido exactamente lo mismo durante estos últimos cuarenta años, al margen de algún tuneo en el traje presidencial o algún guiño a la galería, y por el cual ganase quien ganase se seguían las mismas políticas y el perdedor daba su apoyo al mayoritario y entre ellos excluían a todos los demás, traspasado además con la misma eficacia al ámbito sindical y empresarial.

Fruto del régimen han sido aberraciones democráticas como la Ley del vascuence, la Ley de Símbolos o el origen de todas ellas; El Amejoramiento del Fuero y sobre todo la liquidación de la propia identidad Navarra.

Y es esa Navarra tutelada donde los que se dicen fueristas van de constitucionalistas y los que van de socialistas votan con la derecha más rancia de Europa, donde los líderes prefieren peregrinar a Madrid a que les den el Orden del Día que consultar a sus propios ciudadanos, donde el voto no sirve para otra cosa que ver que líder nacional se lo apunta, donde los tertulianos de las cadenas estatales dicen que lo de Navarra lo arregla Susana Díaz, a la sazón presidenta de la navarrísima Andalucía, que es quien tiene el poder real en el PSOE, donde la Presidenta de Navarra llama a Rajoy y escribe a Rubalcaba en vez de mirar a su ciudadanía, esa que le da miedo que vote, es esa Navarra y ese régimen el que ha caído, y ha caído no porque Roberto Jiménez haya visto la luz de la revelación ni porque Barcina tenga los días contados para volver a las aulas de donde nunca debió salir, ha caído porque la ciudadanía Navarra esta más que harta, harta de estar tutelada, harta de que decidan por ella…

Y si no es dentro de tres meses será dentro de 15 pero el régimen ya no se sostiene….

Ander Muruzabal

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *