LOS TRES PROBLEMAS DE AMAIUR

Como prometí en un artículo anterior y dado el curioso, por no decir atípico, comportamiento del electorado navarro  el pasado 20 N y a la hora de hacer un análisis de los resultados electorales, cabe preguntarse…

¿Ha cambiado algo en Navarra?

Y la respuesta, más que nunca, es SI…

No el sonoro batacazo del PSN, cuarenta mil votos en Navarra valen un escaño, al que veinte años de seguidismo y anulación de su propia identidad, en aras a no se que intereses de Ferraz o que oscura razón de estado, le han llevado a un diagnóstico de encefalograma político plano de más que difícil solución sin pasar por el amargo trago de la “refundación”. Eso no es un cambio sino la constatación de que el proceso de grangrena que asola al PSN va cogiendo cada vez más velocidad.

No la “deshabillé”, por no decir despelote que yo con las damas soy muy fino, electoral de Barcina que ha dado ella sola, en un par de meses, al traste con la “Estrategia del Quesito” que al corellano le había costado veinte años pergeñar y que al paso que lleva le va a costar otro par acabar con el invento de Aizpún.

Montar “menages a trois” políticos ni de los otros en la tradicional Navarra no suele ser una buena idea aunque se sea de misa diaria. Como dice el adagio “Navarrico, su misica y su putica”, pero de una en una…

No el escaño popular sacado al mínimo precio, sin esfuerzo alguno y a costa del que quería medrar a tu cuenta… los años de cocina regionalista le han venido de perlas para medrar en el Convento Popular a Fray Santiago y cuando sale a provincias nada como pez en el agua.

No “La Crónica de un Escaño Anunciado” que orquestó la nueva marca “polar” para recuperar el liderazgo abertzale en Nafarroa y que buscando las cumbres nepalíes, apoyados en sus serpas de altura más experimentados, encontraron que la cumbre estaba en el mucho más cercano monte Ezkaba.

El cambio lo ha protagonizado la autora de TODAS las pocas satisfacciones abertzales que hemos tenido los navarros desde el 77, un grupo de independientes con ganas de que esto no sea lo de siempre, de muchos pelos y colores pero con la misma idea de acabar con el sectarismo y la exclusión, y la generosidad de un partido que ha sabido poner Navarra por encima de sus intereses, olvidándose de rentabilidades a corto, y que ha apoyado la causa con entusiasmo. Entre todos ellos y la colaboración de un pequeño partido de ámbito local, GEROA BAI. (He obviado voluntariamente los nombres de todos porque creo que Geroa Bai es un éxito coral y sin coro no habría sido un éxito).

Pero he aquí que este éxito ha tenido un damnificado, más que por sus resultados por sus expectativas, y que todavía no ha entendido nada…

Basaron su campaña en “acusar” a Geroa Bai de ser el PNV y cuatro independientes afines, “Coalición de urgencia del PNV para ocultar su verdadero rostro en Navarra” que dijo alguno de sus sesudos comentaristas, en el robo de la marca y en el acoso a quienes iban a romper la “unidad abertzale”. Olvidaron el programa, los principios y las gentes públicas y privadas que componen GEROA BAI. Las urnas los han dejado en su sitio explicándoles claramente quién es GEROA BAI… NAFARROA BAI.

Así, AMAIUR tiene tres problemas en Navarra…

Si Geroa Bai no era el PNV, sino lo que decía que era, acaban de descubrir que existe una fuerza progresista y vasquista, moderna, transversal, integradora con un fuerte componente urbano que no controlan, que no tiene techo explorado y que ocupa, de momento, un espacio tan grande como el suyo, disputándoles claramente la hegemonía, y que a la primera les ha enseñado su techo.

Si tenían razón y Geroa Bai es el PNV el problema es doble, puesto que esa fuerza nueva y emergente que acaban de descubrir, es a quien tenían que “sustituir” que no solo no se dejan sino que les corta el paso en su feudo tradicional.

Pero, si no era ninguna de las dos cosas anteriores y todo se debe al tirón electoral personal de Uxue Barkos, la nueva teoría de GARA para justificar el frenazo… entonces tienen tres problemas; una sola persona, con un proyecto ideológico confuso y con el apoyo de un partidillo marginal les ha comido la tostada.

Ellos eligen…

Probablemente sean las tres cosas a la vez y ninguna sería posible sin las otras tres pero como tarden mucho en darse cuenta a lo mejor es demasiado tarde…

Mientras Geroa Bai a trabajar, pueblo a pueblo, puerta a puerta, como en estas elecciones, la sociedad empieza a estar harta de sectarismo y reclama más tolerancia, más libertad y más dialogo entre diferentes.

Ander Muruzabal

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