La reubicación del nacionalismo navarro

La pregunta que nos hacemos todos estos días con la salida de EA de Na Bai y su más que previsible préstamo de sigla a la Sortu en la Sala de Espera es: ¿Cómo se va a reubicar el espacio nacionalista en Navarra? En es te artículo trató de hacer un poco de historia… de alguna manera saber de donde venimos para adivinar a donde podemos llegar.

Es evidente que el nacionalismo vasco en Navarra se sitúa en lo social más a la izquierda que el nacionalismo vasco de la CAPV, eso ha sido siempre así por un motivo sociológico y es que el PNV era lo suficientemente fuerte en la CAPV para representar la oposición al régimen anterior, mientras que en Navarra era una fuerza minoritaria que apenas tuvo incidencia en la oposición franquista que fue más responsabilidad de grupos de izquierda y de los sindicatos, los miembros activos nacionalistas se coordinaron con este tipo de movimientos al no existir estructuras propias de resistencia.

Terminado el régimen anterior estos grupos con un fuerte componente izquierdista fueron los que recogieron mayoritariamente el voto de la oposición, baste recordar aquí UNAI y ANIZ, a los que habría que sumar las Agrupaciones Independientes de Merindad que tanto éxito obtuvieron en las primeras forales (quizás la primera Na Bai con todas las matizaciones que se quiera) con un fuerte componente nacionalista y el PNV (UAN). La reestructuración del panorama electoral navarro por el desmembramiento de estas coaliciones de izquierdas alentado por el PSOE, el desmantelamiento de las Merindades como circunscripción electoral, el giro político del PSN con su separación del PSE y el nacimiento de HB dieron al traste con este panorama inicial que paso a tener un aspecto distinto.

Se crea la izquierda españolista PSN con un importante halo reformador y democrático, aún no había empezado el saqueo a las arcas públicas, se consolida un espacio de izquierda con un fuerte componente nacionalista y una ideología social radicalizada como consecuencia de ETA y la ocupación del espacio socialdemócrata por el PSN y se define un nacionalismo institucional en torno al PNV y con posturas nacionalistas no radicalizadas y anti-ETA. Así ese 60% de la Navarra progresista (a día de hoy la foto sigue siendo muy parecida) se divide en dos partes similares: la izquierda españolista agrupada en torno al PSOE y con una presencia testimonial de IU (30%) y el nacionalismo vasco dividido en dos partes; HB (20%) y PNV y algunos nacionalistas independientes (10%).

En este contexto se produce el error clave del PNV en todo el proceso de la Transición inconclusa de Navarra; fiarse del PSN, esto ya es algo recurrente en el nacionalismo navarro, y no haber mandado a Arzalluz a la recogida de la remolacha en Auckland donde al parecer este tubérculo tiene gran salida. Como consecuencia de la gracieta el PNV es desintegrado en Navarra por su propia Asamblea Nacional en los instantes previos a unas elecciones generales propiciando el momento histórico en el que HB obtiene un Diputado al Congreso. Momento que convenientemente mitificado por los filósofos de la Herriko, se convierte en la hegemonía de la izquierda abertzale en Navarra, mito que como se comprueba a diario en este y otros foros sigue vivo entre los asiduos de las Tabernas abertzales, aunque la realidad sea tozuda y les demuestre día a día lo contrario.

Evidentemente en las siguientes elecciones las cosas vuelven a la normalidad con el nacimiento de EA, que se proclama a si misma socialdemócrata acorde con esa tendencia sociológica del nacionalismo navarro, en la que yo mismo me encuentro, y para marcar señas de identidad frente al PNV, añadiendo otro elemento novedoso para el nacionalismo; el ámbito de decisión navarro, que tanta influencia tendrá en la evolución posterior de todo el nacionalismo navarro. Y EA obtiene un magnífico resultado electoral (4 escaños) superando los resultados históricos del PNV y recortando las diferencias con HB. Pero no hay que olvidar que bajo el nombre que fuera se trataba del mismo nacionalismo institucional que tenía como objetivo gobernar, como es lógico en coalición, para terminar la Transición navarra, a día de hoy todavía inconclusa. El PNV por su parte fue barrido de las urnas.

A partir de ese momento las fuerzas abertzales navarras evolucionan en dos direcciones cada vez más divergentes; unos empeñados en seguir haciendo el bestia y socializar el sufrimiento (No conozco al autor de OLDARTZEN pero no merecería menos años de cárcel que los que le cayeron a De Juana) y alejar cualquier posibilidad de arraigo del nacionalismo en Navarra y otros empeñados en hacer crecer “su” nacionalismo cívico moderadamente progresista a base colaborar con otras fuerzas y hacerse ver como gente seria capaz de gobernar (el personal batasuno seguía a la suya con la Kale Borrika, impuesto revolucionario, y la amenaza, mientras que sus “colegís” de la kaputxa se cargaban un concejal aquí, un par de guardias allí y alguno que pasaba cuando no debía, cumpliendo con su OLDARTZEN a rajatabla).

Así las cosas, la evolución fue la lógica con altibajos en función de las barbaridades que a ETA se le ocurrieran cometer en torno a las elecciones, hay que reconocerles su manejo de los tiempos electorales y su capacidad de influir en los resultados, un continuado descenso de la IA y un mantenimiento con ligera tendencia al alza del nacionalismo institucional, ya con EA coaligada con el PNV, pero, eso si, creando la figura del abertzale “huérfano político”, que tan bien definió un conocido artista navarro, carne de abstención, a mayor gloria de una clase política y un partido que jamás habrían existido en una situación política normalizada: UPN. Todo esto hasta que ocurren dos cosas simultáneamente que dan un vuelco radical al panorama, una pública reconocida y reconocible; Lizarra-Garatzi y otra más desapercibida pero donde ya se puede ver, esta vez si, claramente el origen de Na Bai; La Ponencia “Zabal Zabalik” de EA.

La primera dará origen a la tregua y a Euskal Herritarrok que apoyada en la tregua y en el ansia de paz obtiene unos resultados abultados. Muchos cometieron el mismo error que están tentados de cometer ahora y que se resume en el ya conocido “y por la paz tres avemarías”. Los que no vimos en Lizarra más que una OPA hostil del MLNV sobre todo el nacionalismo vasco amparada en el chantaje de la violencia no nos llevamos ninguna sorpresa… Fracasado el intento de “sustituir” al PNV, a ETA no le costo ni un minuto volver a las andadas. Pero, el fracaso de Lizarra tuvo una consecuencia inesperada; la “traición” de Aralar cansados ya de “perder siempre” y de depender políticamente del humor con que se levantaban unos pistoleros iluminados, cada día menos políticos y más cercanos a la Mafia siciliana.

En el campo del nacionalismo institucional de Nafarroa, pasado ya el sinsabor del fin abrupto de Lizarra, se abría paso algo ilusionante y que llevaba ya un par de años en la cocina, y que a la postre sería el detonante de mi salida de EA; “Zabal Zabalik” (Puertas Abiertas), os pego el enlace donde hoy todavía se puede leer: http://www.hamaikabatnafarroa.com/?p=114, una apuesta por un nacionalismo integrador y transversal en Navarra que se parecía bastante a esa Nafarroa Bai de 2007. La derrota de Zabal Zabalik en el Congreso de Gasteiz  supuso la salida de algunos miembros de EA y su pase a las filas del Orfanato Abertzale Navarro.

Pero volvamos al otro campo. Una vez consumada la salida de Aralar de la IA, su confluencia con EA no era más que cuestión de tiempo, era más lo que les unía que lo que les separaba, sobre todo en una Navarra con EA como referente del nacionalismo “constructivo”… Y en un experimento electoral, había que dotar de voz a la Navarra silenciada en Madrid, nació como sin querer Nafarroa Bai y a todos nos pasó la ola por encima, puesto que para sorpresa de propios y extraños movilizamos el Orfanato. La repetición del experimento, esta vez a escala foral, nos llevo al éxtasis… vislumbramos de golpe la posibilidad de “cambiar” Navarra, de normalizar el euskera, las relaciones con la CAPV, de reformar el Amejoramiento, de dar voz a los navarros, de aplicar políticas sociales y de mandar a Sanz a “esparragar”.

La pena es que también lo vio Sanz; la manifestación del “Navarra no se vende”, el “agostazo”, la ruptura con el PP, la puñalada trapera al CDN y el “amancebamiento” con el PSN son muescas en el revolver de Nafarroa Bai. Más pena es que lo viese también la IA a la que el mito de la hegemonía en Nafarroa se le fue directamente por el retrete, el “zapatazo” en Iruña es de los que escuecen décadas, ante la sorpresa e incredulidad de todos, incluido Rubalcaba al que casi le sale mal el cálculo, más vale que al final coló la lista irundarra de ANV probablemente una de las candidatas más claras a la ilegalización, y se le cuela el primer Alcalde Abertzale en la historia de Iruña, en este caso Alcaldesa (y que Alcaldesa…). Así las cosas la IA empezó a moverse y lo hizo en el eslabón más débil; EA, al que la deriva senil de alguno de sus líderes históricos y la urgencia por “liquidar” su sector crítico, le llevó a romper el pacto con el PNV y quedarse literalmente con el culo al aire en las elecciones de la CAPV.

Pero lo más penoso de esta historia no es quien lo vio, sino quien no se enteró de la fiesta… los propios partidos que componen Na Bai, puesto que terminada la necesidad de la que hacían virtud, cada uno se empeño en aumentar su “cuota” en el negocio mirando por el retrovisor los movimientos de la IA (que le vamos a hacer, en 35 años no hemos aprendido nada) sin comprender que a la IA hay que dejarla hacer su camino hasta la homologación política a ella sola y que la paz no se negocia, nos la deben. Así pues, esta reubicación no será un problema de izquierdas ni de derechas , tal y como proclama de forma destemplada la IA, es un problema de hacer reformas en nuestro piso hasta dejarlo completamente rehabilitado o de derribar el edificio para construir uno nuevo, teniendo en cuenta que solo participamos del 30% de la Comunidad de Vecinos.

Es evidente que la previsible legalización de Sortu, no antes de las elecciones salvo sorpresa por lo que se tendrán que conformar con votar a los nuevos amigotes de EA en estas, traerá una reubicación y un reagrupamiento de las fuerzas abertzales en Navarra, que habrá gente en Aralar que sigua sintiendo la cercanía ideológica de la IA, pero Aralar tendrá que elegir el camino institucional y pragmático o el programa de máximos que ofrece Sortu (EA ha elegido el segundo no el de Na Bai), sabiendo además, y les conocen, no como los de EA o por lo menos no tan de cerca, que los van a “purgar” a todos. Pero en todo este tránsito el electorado abertzale navarro ha visto, por primera vez, una vía…

Yo no se que va a pasar en estas elecciones, tiendo a pensar que los votantes suelen ser mucho más inteligentes que lo que los políticos creen, creo también que la perspectiva de paz distorsiona los resultados (a anteriores elecciones-tregua me remito) pero en todo caso te garantizo que un improbable triunfo del soberanismo de izquierdas no será más que pan para hoy y hambre para mañana y que las soluciones para el abertzalismo navarro vendrán del trabajo, la gestión municipal, la capacidad de pacto, la transversalidad, el respeto al oponente político y todo ese pragmatismo que la IA denomina autonomista sin ver más allá de vuestras propias narices.

Y si Nafarroa Bai desaparece habrá que reinventarla dentro de unos años, cuando si le han salido bien las cosas a Sortu hayan demostrado, una vez más, su incapacidad radical e ideológica para gestionar nada que no sea la algarada. Yo les invitaría a echar un vistazo al contexto donde se mueven, la UE que no se olviden, para ver donde esta esa izquierda que defienden… ¿O es que el Sinn Fein gobierna Irlanda a lo Chavez?

Ander Muruzabal

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