Empresas informativas o de variedades

MENUDO dilema le ha puesto Isabel Pantoja a Susana Grisso. Después de hablar con ella una hora le ha mandado a sus abogados para que ni se le ocurra difundir la entrevista. Que lo suyo había sido más bien una conversación como de comunidad de vecinos. Pura comedia, vamos, como si estuviera ensayando una posible serie tipo Aquí no hay quien viva. No creo que Susana se aguante las ganas. Estaría en su derecho de sacar a la luz esas declaraciones. Pues ya no faltaba más a un periodista que un presunto contrato del entrevistado con la competencia eche por tierra todo el trabajo. Se ve que la crisis afecta mucho al mundo de la tonadilla y no está el horno para bollos. El caso es que Pantoja largó lo que no está escrito y ahí se equivocó. Punto. Es posible que entre las consecuencias inexorables de la crisis esté también la del cambio de gustos en los espectadores. La F-1 por ejemplo, rechina más que otra cosa en estos tiempos de vacas flacas y combustibles que comienzan a tener precios prohibitivos. Y en este sentido TVE ha perdido uno de los programas más vivos al retirar España directo en un momento en el que es de obligado cumplimiento que los espectadores viajemos con la televisión. Los datos están ahí y son contundentes. Desde que se retiró su sustituto +Gente su audiencia ha bajado del 16 al 8%. Estos correctivos que les propinamos los espectadores a los encargados de la programación son la única manera de que nos escuchen. Alfonso Nieto, profesor de Empresa en la Universidad de Navarra, recientemente fallecido, dejó escrito y así lo estudiamos que las sociedades informativas perderían la razón de ser sin las personas que reciben la información. Ahora la duda es si la tele ha dejado de ser empresa informativa para convertirse en otra cosa.

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