Borrar del mapa

Jamás pensé que esta expresión cobrara vida fuera del consabido lenguaje deportivo. Pero después de un tiempo de reflexión se ve que en el siglo XXI también tienen cabida estos arranques de magia en los que alguien decide hacer desaparecer del mapa Navarra, por poner sólo un ejemplo. Bueno, pues bien, hablaremos de fútbol, que es lo que al parecer a nadie ofende. Y para muestra ese torneo llamado Copa Confederaciones con el que la gente se ha echado la siesta estas dos semanas. Los últimos estertores de fútbol se han dado cita en Sudáfrica, justo ahí abajo del mundo. Allá donde nunca antes se había producido una sola noticia de fútbol pero que tampoco aparece en los mapas del tiempo. Y donde los mapas de España y Brasil cosecharon respectivamente su enésima decepción y victoria. La Copa Confederaciones era como ver fútbol en la play pero en el nivel más básico. Eso sí con la aportación sonora de las cornetas que se filtraban por los micrófonos de ambiente y dando una banda sonora como de película de enjambres mortecinos. Uno se va al servicio un momento y a la vuelta le cuentan que a Michael Jackson se le ha parado el corazón. A otro que lo han hecho desaparecer del mapa. Dicen que al morirse es cuando de verdad se va a convertir en una estrella. Eso es lo malo de las estrellas que algunos se tienen que morir para alcanzarlas y poder quedarse ahí ya toda la vida. Pero si la miramos bien la actualidad está llena de desapariciones. Ayer comenzó el juicio a Madoff el mago que hizo desaparecer 50.000 millones de dólares sin que quede ni rastro de ellos. La actualidad más que la sucesión de noticias es un relato descarnado de desapariciones. Y el mapa del tiempo un agujero negro donde al sol siempre lo acaban tapando las nubes. Qué pena que cuando hablan del tiempo nunca nos muestren las estrellas.

Matar una mosca

La información sale a borbotones de Irán como la sangre de los heridos por los disparos en las protestas. Gracias a Internet, el mundo ya es todo uno y es de todos. Los problemas de discriminación son universales y nadie puede mirar para otro lado. Aquí han intentado boicotear el trabajo de los corresponsales desplazados para cubrir las elecciones. Como siempre, han intentado ocultar la verdad a punta de pistola y entre uno cualquiera de los pliegues que crean por sí mismas las tiranías. Los que han intentado acallar a unos pocos periodistas han conseguido habilitar como corresponsales a cientos de víctimas de los abusos.
Internet puede hacer mucho en favor de la libertad en el mundo. Sobre todo en esos rincones donde hasta ahora sólo llegaban de ciento a viento los más intrépidos periodistas. Claro que justo hoy que el mundo se llena de gozo por poder disponer de esta herramienta universal, conocemos que Google comienza a hacer caja con Youtube. Hasta ahora la visión de estos espacios no tenían mayores interferencias. Uno entraba, buscaba la curiosidad y se iba tan campante. La cuenta la iban pagando de momento. Ahora han decidido financiar estos espacios con publicidad. No han dicho nada de si los beneficios publicitarios los repartirán también con los millones de autores que de manera gratuita ceden sus imágenes. Si ellos han conseguido esperar un tiempo, los usuarios también deberíamos pasarles la minuta cuando ellos pongan publicidad a uno de nuestros vídeos. Con todo, uno de los vídeos más vistos en Youtube en la última jornada ha sido la imagen del pacífico Obama matando una mosca, con una precisión propia de quien no ha hecho otra cosa en toda la vida. Un ejemplo de que, algunas veces, es cierto aquello de que una imagen vale más que mil palabras.

Apagón publicitario

Dicen que Cristiano Ronaldo se gastó 17.000 euros en alcohol en una juerga con Paris Hilton. Hay algo obsceno en toda esta fábrica de estrellas deportivas. Tienen la publicidad de la televisión de manera gratuita. Informativos, especiales, retransmisiones en directo, resúmenes permanentes. Todo gira en torno al fútbol. Claro que encima estos tipos son unos horteras que no tienen nada mejor que hacer que cruzar el charco para montarse en la más enorme de la limusinas con las verbeneras más universales. Como esto siga así prometo pensármelo mucho antes de echarle fichas al PPV la temporada que viene. Que la emoción también se vive al día siguiente leyendo tranquilamente la clasificación y las declaraciones miméticas de estos crack . Pero el caso del fútbol, se puede trasladar al baloncesto en EEUU o al automovilismo o al motociclismo. Vale, la carrera de Rossi y Lorenzo fue de una belleza brutal, concentrando una pasión que fue seguida por millones de personas. Pero la apuesta que está haciendo TVE por este deporte, o lo que sea, se ve desproporcionada con la política de recortes que parece haber iniciado y que tendrá su momento álgido cuando pongan en práctica el apagón publicitario que tienen anunciado. Por lo menos a los pilotos de GP como Rossi no les da por las tías horteras. Hace poco ha reconocido que la actriz de sus sueños es Megan Fox, de la saga Transformers y una de las chicas más atractivas del panorama televisivo, que casualmente se estrena a nivel mundial el próximo 24 de junio. Dirigida por Michael Bay y producida por Dream Works Pictures del mago Steven Spielberg, y que por aquí se llamará La venganza de los caídos . Al parecer va de la guerra entre robots alienígenas: los autobots y los decepticons. Por mí, como si la guerra es entre las estrellas del fútbol y las de las motos.

Ronaldos y de casa

ME comentan que no van no van a renovar la serie La chica de ayer. No es que sea la serie con la que los espectadores estuvieran soñando pero tampoco se entiende que la abandonen. El personaje que interpreta Ernesto Alterio y los que le acompañan en sus descubrimientos tienen muchas posibilidades de afrontar temas históricos a través de sus situaciones. Es posible que inicialmente se hayan centrado excesivamente en la biografía personal del agente que sufre el traslado en el tiempo. Al parecer en Antena 3 no se conforman con un producto que no ha demostrado ser capaz de superar la potente propuesta que siempre es Aida en la noche de los domingos, al que ahora acompañas también Perdidos en la tribu y Callejeros viajeros. O el domingo sin cortes que propone por aquí ETB 2. Esta capacidad para el desprecio que tienen las grandes cadenas recuerda un poco a los equipos de fútbol. Vamos, que tiran de talonario para comprar los líderes de audiencia. O para crearlos; pero no cuidan, para nada, aquellos propios que simplemente podrían mejorar con un poco de planificación. El mercado de la tele, como en el fútbol, unos valoran la cantera y otros simplemente hacen televisión apostando a ganador: a fuerza de comprar liderazgo al precio que sea. Pero, como en el fútbol, también ocurre que el dinero no asegura siempre los títulos. Es posible que la serie con la que piensan sustituir La chica de ayer sea muy posiblemente una americana que venga con la vitola del éxito en el país de origen. Y ojalá alguien con más ambición recoja el punto de vista que explora La chica de ayer . Está claro que estos Florentinos de la televisión van buscando sus Kakás y Ronaldos. También es cierto que ganar a estos que hacen televisión a golpe de talonario es un mérito que no siempre se reconoce a las televisiones que juegan con los de casa.

Chicos, al salón

Dice mi colega Ángel M. Salazar que cuando le pregunta su madre por su profesión prefiere decirle que trabaja de camarero en un puticlub antes que confesarle que es periodista. Lo dice, claro, con sorna, a sabiendas de que el interlocutor lo tomará como un guiño o un chiste algo recurrente. Pero claro, uno ve en la tele a determinadas estrellas mediáticas que ejercen de cierta manera el periodismo y piensa que la respuesta de Salazar no siempre es un chiste. Pensemos por ejemplo en la noticia de la condena a la Telecinco a indemnizar al actor Fernando Esteso con 100.000 euros por que un día alguien se le ocurrió sacarlo del baúl de los recuerdos y darle un repaso para ver qué tal le iba en su vida. Que si problemas económicos, adicciones varias. Vamos que le dieron a degüello. El actor los denunció y parece que tres años después le dan la razón porque el hombre llevaba años apartado de la vida pública y, desde luego, no se merecía aquel varapalo. Y es que ya ven, a veces está claro que merece la pena ser camarero del burdel más miserable antes que tener que recurrir a esta infamia. Los espectadores estamos ya muy acostumbrados a que este tipo de reportajes se emitan a diario. Hay tal demanda de morbo que a los redactores se les obliga por contrato a revolver en el pasado. Que es más o menos lo que están haciendo también en la nueva edición de OT . No contentos con los resultados de audiencia, parecen querer atraerla agitando el tema del sospechoso triunfo de la edición anterior. Se ve que han descubierto que eso vende y han sacado a relucir al personaje de Risto Mejide. Ese tipo que ha creado para la televisión la figura de borde profesional y que le está dando popularidad y, supongo, pasta, dos cosas, la imagen y el dinero que, en televisión como en los burdeles, acaban siempre dándose en la misma mano.

Chicos, al salón

Dice mi colega Ángel M. Salazar que cuando le pregunta su madre por su profesión prefiere decirle que trabaja de camarero en un puticlub antes que confesarle que es periodista. Lo dice, claro, con sorna, a sabiendas de que el interlocutor lo tomará como un guiño o un chiste algo recurrente. Pero claro, uno ve en la tele a determinadas estrellas mediáticas que ejercen de cierta manera el periodismo y piensa que la respuesta de Salazar no siempre es un chiste. Pensemos por ejemplo en la noticia de la condena a la Telecinco a indemnizar al actor Fernando Esteso con 100.000 euros por que un día alguien se le ocurrió sacarlo del baúl de los recuerdos y darle un repaso para ver qué tal le iba en su vida. Que si problemas económicos, adicciones varias. Vamos que le dieron a degüello. El actor los denunció y parece que tres años después le dan la razón porque el hombre llevaba años apartado de la vida pública y, desde luego, no se merecía aquel varapalo. Y es que ya ven, a veces está claro que merece la pena ser camarero del burdel más miserable antes que tener que recurrir a esta infamia. Los espectadores estamos ya muy acostumbrados a que este tipo de reportajes se emitan a diario. Hay tal demanda de morbo que a los redactores se les obliga por contrato a revolver en el pasado. Que es más o menos lo que están haciendo también en la nueva edición de OT . No contentos con los resultados de audiencia, parecen querer atraerla agitando el tema del sospechoso triunfo de la edición anterior. Se ve que han descubierto que eso vende y han sacado a relucir al personaje de Risto Mejide. Ese tipo que ha creado para la televisión la figura de borde profesional y que le está dando popularidad y, supongo, pasta, dos cosas, la imagen y el dinero que, en televisión como en los burdeles, acaban siempre dándose en la misma mano.

Pelota o tenis

rESULTA que mientras al mundo entero se le había vendido el soso partido entre Federer y Soderling (que tiene nombre como de flautista), por aquí fuimos testigos de la final en el Atano II de Donostia. Un partido que consiguió, a nuestra escala, la misma expectación que una final de la Champions League. Para los profanos, esta afirmación puede parecer exagerada, pero el pasado domingo había algo grandioso en el ambiente del partido entre Martínez de Irujo y Olaizola II que lo equiparaba al recientemente disputado entre el Barça y el Manchester. Una impresión como de día grande que quedará en la historia. El domingo se vivió el gran espectáculo del monomanista. Un acontecimiento para el que ETB 1 puso toda la carne en el asador. Es posible que la pelota no necesite de esos despliegues tan habituales últimamente en el mundo del motor. Esas conexiones en las que los periodistas deportivos recorren en directo los boxes y entrevistan a los pilotos encima de sus vehículos. Nada de lo que digan es relevante, pero insufla importancia al acontecimiento. En ese sentido todavía se puede ir innovando. La pelota es un deporte que lleva en su misma exhibición un punto de vista similar al televisivo. De hecho, el verde de los frontones tiene mucho Chroma Key , que es, para entendernos, un vacío pintado de verde donde señalan los hombres del tiempo como si apuntaran a los mapas. El frontón está concebido como un sistema de varias pantallas que bien podrían proyectar el juego, los corredores de apuestas o el clamor del público. Vale, dejo de soñar con convertir los partidos de pelota en ciencia ficción, pero déjenme que sueñe porque el espectáculo es tan intenso que, a veces, se echa de menos algo en la tecnología para que en la realización no se queden rezagados.

AC/DC y Kung fu

Las imágenes que se vieron del concierto de AC/DC en el campo del Vicente Calderón de Madrid llamaban la atención por su anacronismo. Al parecer el grupo quiere controlar totalmente la imagen y no dejó grabar a nadie. Pero claro, eso hoy en día es como ponerle puertas al campo. La gran mayoría de los espectadores no sólo fue testigo de este concierto, sino que, además, se lo llevó grabado en su teléfono o cámara de fotos. Antena 3 dio en el clavo al emitir unas imágenes del fragor del concierto tomadas por algún asistente, en las que sí se notaba la fuerza que todavía conservan este grupo de ancianos rockeros.

Y hablando de ancianos: no me puedo creer que David Carradine tuviera más de setenta años. El joven Kung Fu, aquella serie hipnótica que alternaba el aburrimiento con la acción, que decía cosas tan frikis como «a veces hay que cortar un dedo para salvar una mano» (y que tan grabada se quedó en mi amigo Bitor Napal). Kung Fu, aquella mezcla de saltos a cámara lenta y filosofía: «No busco conocer las respuestas, sino entender las preguntas»; nos dejaba deprimidos viendo alPequeño Saltamontes deambulando más solo que la una por el mundo. Se podría pensar que somos lo que hemos visto, pero los que vimos aquella serie sentíamos como que tenía vocación de eternidad. Vamos, que jamás tendría final. Afortunadamente no fue así y tras 60 capítulos dejaron de hacerla.

Pero lo realmente inquietante es la manera en que este hombre ha desaparecido. En un hotel del oriente practicándose su propia asfixia. Pero, entonces, a qué viene aquello de que «hay acciones que no se pueden añadir o quitar, a veces la única opción es no hacer nada, lo que ha de pasar, pasará». Está claro que con tanta filosofía oriental al Pequeño Saltamontes se le acabó haciendo la picha un lío.

La cruda realidad

No hace mucho se comentó la posibilidad de que las dos últimas cadenas salidas de la chistera de Zapatero, Cuatro y La Sexta, pudieran unificarse. Vamos, que con las dos se hiciera sólo una. Quizás para explorar esa posibilidad las dos caras visibles de cada una de ellas, Iñaki Gabilondo y Andreu Buenafuente, se reunieron en las ondas para hablar del sector. Lo curioso de esta reunión es que la plantearan cada uno desde su propia cadena. Esa potencial interactividad podría dar mucho juego en el futuro de la televisión. Claro que, para interactividad, la que ha supuesto el misterioso accidente aéreo del avión de Air France. La catástrofe ha coincidido con la presentación de Fringe, que comienza con el accidente de un avión en mitad de una tormenta. La serie debería haberse estrenado hace un par de días pero la coincidencia casi se convierte en macabra premonición, que hizo que, con buen criterio, la retiraran de la programación a la espera de momentos menos angustiosos. El verano pasado cuando otro avión se estrelló apenas sin despegar de Barajas, se estrenaba la decimosexta temporada de Hospital Central en Telecinco. Precisamente, narraba un accidente similar al que la realidad había creado. Se rehizo la ficción por su doloroso perecido con los acontecimientos vividos. Da un poco de miedo estas coincidencias. En el futuro, antes de montar en avión quizás deberíamos leer antes los estrenos televisivos como manera de adelantarnos a la realidad. Lo cierto es que esta historia ha dejado un siniestro silencio al que la ficción pondrá, sin duda, voz e imágenes. Habría que inventar la televisión aunque sólo fuera por la capacidad de ofrecer respuestas a los agujeros negros que nos presenta cualquier día la cruda realidad.

Juguete roto

TENGO dicho que me vigilen el mapa del tiempo de la ETB no vaya a ser que desaparezcan territorios o les añadan otros nuevos. Hay gente que enseguida ve señales que al resto del mundo se nos escapan, como ocurre en Vaya semanita, que nos tiene hechos un lío. No queda claro si el viaje de Leire a Nueva York es el mismo de hace dos años o es consecuencia directa del cambio en la dirección de la casa. No sé, pero hay gente que lo ha relacionado. Es posible que al personaje de Leire, la famosa chica de Caparroso, le acaben haciendo serie aparte como le ha ocurrido a Sierra, aquel triste comisario interpretado por Miguel Ángel Sola, que estiró hasta la extenuación la investigación del caso de Patricia Marcos. Ahora le han puesto serie en propiedad con el aséptico nombre de Unidad Central Operativa . Una serie directamente inspirada en la cruda realidad: la que vemos reflejada a diario en las páginas de los periódicos.

La que lleva camino de convertirse en un drama es la evolución de Susan Boyle. Hace dos días hablé de la hermosa historia que podría protagonizar si abandonara el concurso y mandara al cuerno todo el morbo que su personaje había suscitado. Pero no fue así. Se presentó al concurso y para asombro de medio mundo no lo ganó. Ahora el juguete que habían creado para bien del espectáculo se les ha roto. Hay gente que vive como pez en el agua dentro del ambiente de competitividad desmedida que es la televisión y otros que cuando este medio entra en su vida lo cambia todo. Es posible que las cosas haya que mirarlas con más frialdad y optimismo. Vamos, que esperemos que Leire vuelva pronto de Nueva York, que no castren los mapas del tiempo, que le entre un poco de alegría al capitán Sierra y que las Susan Boyle del mundo no se rompan por el efecto de la caja tonta.