Cómete el rabo


LA crisis nos obliga a meter más horas delante de la tele. Vamos, no es que nos obligue nadie, es más bien que uno siente que no es prudente lo de salir por ahí mientras la bolsa donde se creía que estaba la pasta del mundo se desinfla, llena de puro aire como estaba. Así que los que criticamos la tele ahora tenemos más responsabilidad de que ésta sea buena, guste y pueda tener alguna utilidad para los espectadores. Y entonces nos proponen esos concursos de hacerse millonario. Pero eso no vale. Si en tiempos de crisis la apuesta por la lotería hace que la gente deje su futuro en manos de la suerte, la tele de la crisis debería ser radicalmente distinta y no conformarse con cambiar de presentador y poner el toque infantiloide de Ramontxu García para reactivarlo ¿Quién quiere ser millonario? Quien se ha decidido a intentar ser millonario es Julian Iantzi que ha fichado por Ana Rosa. Difícil elección la de Julián acostumbrado a pelarse contra las rabietas de Juanito Oyarzabal tendrá que cambiar el chip para adaptarse a ese papel de chico de los recados que con tanta dedicación ejerció Óscar Martínez.

El Follonero monta al presidente del Sevilla, Del Niro, en su taxi después de que su frase de comerse al león la cambiaran en San Mamés por la de «comete el rabo». A Jordi Evole hay que reconocerle ese don de la oportunidad, esa capacidad desbordante para vislumbrar los temas e inmediatamente llevarlos calentitos a la tele. Ya lo hizo con la guitarra de Chikilicuate a Su Santidad, ocurre hoy con Del Nido, y en aquel histórico programa sobre Los Caídos en el que fue capaz de ponerle un ramo republicano a la tumba de Franco. No siempre es brillante y muchas de sus apuestas se quedan en nada, pero hay que reconocer que sus aventuras son ambiciosas; buscan de manera innovadora el humor. Lo mejor de Evole está todavía por llegar.

2 comentarios en «Cómete el rabo»

  1. Pues Javier yo diría que lo que dijeron fue: cómeme el rabo. Claro que no me extraña que se haga difícil imaginar esa situación con este señor tan calvo.

  2. Pues Javier yo diría que lo que dijeron fue: cómeme el rabo. Claro que no me extraña que se haga difícil imaginar esa situación con este señor tan calvo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *