Cara a Carrá


Cuando uno creía haberlo visto todo en esto de las interferencias televisivas, va y aparece el Tribunal Supremo. Obliga a los debates con viagra microfónica de 59 segundos a que lo pongan en horario estelar. Por una vez, la contraprogramación va a estar legalmente justificada. Pero ya es que después del tsunami preelectoral que ha supuesto el cara a cara entre Rajoy y Zapatero, el resto de entrevistas y debates a siete se han quedado en nada. Ha sido tal la onda expansiva del debate entre los candidatos del PP y PSOE que todo parece haber enmudecido después del encontronazo.</p><p> Bueno, todo menos dos cosas, la niña de Mariano, que pronto dará para alguna serie de TV tipo El show de Truman, con Rajoy y Ana Obregón de guionistas, y la selección vía Internet de los candidatos a Eurovisión. Porque desde TVE no sólo amenazan con un especial titulado Salvemos Eurovisión , sino que además van a contar con el fichaje de Rafaella Carrá, presentadora tan recurrente como Javier Clemente lo es como entrenador de fútbol. La fiesta contará, desde luego, con la presencia de Rodolfo Chikilicuatre entre los diez concursantes que cantarán en la final del sábado en directo, a no ser que el Tribunal Supremo nos dé otra sorpresa y mande cortar otro estribillo del ChikiChiki . Y hablando de sorpresas, la que dio el gran Iñaki López en ETB 2 con su nuevo programa de investigación Caja negra . Yo pensaba que iban a informar sobre el paradero de aquel buque fantasma Euskadi Comanche, botado apenas hace un mes, y resulta que nos habló de los enigmas del accidente de avión en el monte Oiz. No sé aquí si el Supremo se pronunciará o habrá que desempolvar el Quién sabe ande de Lobatón. Como último, en fin, recurso siempre se podría dejar el caso en manos de Iker Jiménez.

Yo soy Olga

Los periodistas nos quejamos de que se nos quiera echar la culpa de las noticias que transmitimos, comentamos o, por qué no decirlo, recreamos. Vamos, que muchos quieren matar al mensajero porque el mensaje no les beneficia. En el caso de los debates electorales el mensajero se ha convertido en el convidado de piedra. La movida mediática ha sido tan fuerte que el debate está muy por encima de las personas. El papel moderador ha sido relegado a la mínima expresión . Digamos que con el control de tiempo y el turno de palabra en el que se han empeñado Campo Vidal y Olga Viza, más que cuarto poder parece el último. Dio la impresión de que, cuando los candidatos se fueron ayer, fue Olga la que se quedó recogiendo las sillas, apagando las luces y devolviendo los cronómetros a los árbitros de baloncesto. Con este papelito al que nos han reducido en los debates nos quedan dos telediarios o, como mucho, un par de elecciones antes de que nos cambien por alguna operadora automática o un ordenador de última generación. Más que la seguridad de Zapatero y los zarpacitos de Rajoy, ayer quien resultó ganador fue el acontecimiento social del debate y quien perdió esperemos que no de manera definitiva fueron la libertad de expresión de otros candidatos y la labor periodística.

Yo soy Bea tiene por fin fecha de caducidad. Son los personajes del mundo periodístico que mejor han sabido rentabilizar el tiempo en la TV. La gracia de esta serie estaba en hacer unos pocos programas antes de presentar el momento estelar en que la fea mutara milagrosamente en tía buena. Pero el éxito diario de la historia ha hecho que tres años después la tengamos pendiente la resolución del conflicto. Propongo que Bea modere un tercer Cara a cara y que allí mismo se quite por fin la careta. No hay guionista en el mundo que ese momentazo.

‘Miss Montes’


MIENTRAS los presentadores están de moda, las cadenas los exhiben, los ponen al frente de todos los programas que pueden. Parecen flores de un día que hay que mostrarlas antes de que su belleza o su tirón comience a decaer. Si en los últimos años el presentador por excelencia fue Jesús Vázquez, ahora el presentador de modo en Telecinco es Christian Gálvez, como demostrara en la presentación de la gala de Miss España 2008 acompañada de la elegante Enma García. Hace unos años este tipo de certámenes recibían la queja de diversos sectores criticaban que la imagen de la mujer tuviera un tratamiento machista a todas luces. Hoy el tema se ha zanjado dejando que los hombres hagan lo propio y punto. Como espectáculo, los desfiles de estas galas rozan el ridículo, un ridículo que desde luego terminan de rematar los Bustamantes, Sorayas y Ramazzottis de turno, que, más que cantantes, son la salsa light con la que se intenta paliar el vacío de estos certámenes.

Quizás por eso el cambio de canal era inevitable y el partido de fútbol de La Sexta una liberación después de tanto mercadeo, contoneo y sonrisa exagerada. Cada vez que me encuentro con el denostado Montes me lo paso mejor. Este hombre consigue en una frase y con su tono de cachondeo, más credibilidad que la mayor parte de los presentadores, tan acostumbrados a ponerse del lado de los equipos encumbrados y a sentar cátedra. Junto con su amado Salinas, que por cierto, le entra a saco en todos sus comentarios, han conseguido un estilo diferente al de esos listillos que llevan tanto tiempo hablando de la elite del fútbol, tipo JJ Santos o el grititos de Carlos Martínez, ese crack que ve las jugadas antes de que se produzcan y al que le baila el agua la flema de Michael Robinson en las retransmisiones de Canal Digital. Unos se creen con fama y, ya ven, otros se la trabajan.