Guerra al debate


Esta semana hicieron su programa 100 los de 59 segundos . Un espacio que se ha hecho un hueco impensable en este país, pues se basa en el debate. Eso sí, el tema de que el micrófono sufra esas erecciones iniciales y el lento declive cuando el invitado ha utilizado el minuto, lo ha convertido en todo un fenómeno fálico y mediático. Una mezcla que deberían analizar los psicólogos. Que 59 segundos llegue a sus 100 ediciones tiene mérito, sobre todo si tenemos en cuenta que fue boicoteado por el Partido Popular apenas tuvo la primera oportunidad. La oposición de este partido al debate es algo que no tiene parangón en ningún país de Europa. Ahora le toca el turno al grupo Prisa por las declaraciones de su presidente que afirmaba algo así como que es muy difícil estar de acuerdo con la acción política del PP en unos momentos en que hay quien desea volver a la Guerra Civil. La frase podría parecer una pataleta si no viniera de Polanco que, como el anuncio de la cerveza, probablemente sea el empresario de la comunicación nacional más importante de todos los tiempos. Pero es que la actitud de revancha se ve todos los días por televisión. Los ciudadanos padecen esos intentos de crispación que se están llevando a todas y cada una de las instituciones públicas y privadas. Hay pataleos e insultos en el Congreso, la OPA a Iberdrola más parece un partido de fútbol que otra cosa, el enfrentamiento entre jueces y fiscales pone en entredicho la justicia. Algunos se quejan de que Aquí hay tomate, que por cierto esta semana cumple su programa mil, sea uno de los programas más vistos y resulta que el panorama político que los ciudadanos percibimos está a la altura de esas cloacas. Por eso vaya desde aquí mi felicitación para59 segundos pero también para Políticamente Incorrecto y a Kalaka de Xabier Euzkitze por dar cobijo con normalidad al debate y a la inteligencia.

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