Cierra la muralla

ESTA semana les ha tocado a Ana Belén y Víctor Manuel. Aquellos cantautores tan populares hace dos décadas por su música y, si me apuran, por sus películas. El caso es que los de Aquí hay tomate vinieron a decir que llevaban treinta años con el rollo de: Abre y cierra la muralla. Parece que, ya que no dan como personajes del cotilleo, les han fabricado una pequeña venganza, llamándoles pesados a la cara y utilizando para ellos toda su fortaleza audiovisual. El caso del programa Aquí hay tomate comienza a ser para estudio en las facultades de periodismo. Este verano, sin ir más lejos, se han alzado al primer puesto de la programación. Teniendo en cuenta que la hora de emisión coincide con la sobremesa -o con la de la siesta, según el día y la costumbre-. Y es que jamás un programa alejado del llamado prime time había conseguido el liderazgo con tanta facilidad. Cuando uno asiste al espectáculo de los del Tomate, no sabe si está ante un género producido por mentes malvadas, chiquillos traviesos que le echan todo el desparpajo del mundo o, por el contrario, estamos ante genios de la comunicación capaces de crear televisión de altura con cuatro trapos. El pasado jueves los retales eran: de si Pipi (ex de la hija de ex reina de las mañanas) la tenía así de grande o se la había retocado. Luego hicieron mil maldades con la caída del caballo de un hijo de la duquesa de Alba que es ex de la ex del conde Lequio. Como plato fuerte, pusieron el pedo monumental que se agarró el hermano que esta es ex pero por ser viuda de Paquirri, que iba meando farolas por las calles de Sevilla. Y para acabar de tocar la moral sacan el abre y cierra la muralla como si no hubieran hecho otra cosa en treinta años. Si con este material caca, pedo, pis consiguen estos resultados, imagínense qué tv podrían hacer con contenidos de verdad. No caerá esa breva.

2 comentarios en «Cierra la muralla»

  1. ¡Y cuánta razón tienes, amigo Javier…y cuánta nos quitan las audiencias! El caso es que vivimos en un país que, excediéndose en la máxima volteriana de «lo intrascendente está bien, sirve para no acabar colgándonos«; hace que, precisamente, nos entren ganas de colgarnos. Perdón por la metáfora, pero esto de los tomateros viene a ser lo que le pasa al xenófobo: como no puede estar muy orgulloso de sí mismo acaba estándolo por ser de donde es en contra de cualquier elemento exógeno.

    Vamos, que la pulsión psicológica del xenófobo se parece a la de los tomateros: no nos quedan personajillos con los que meternos, la emprendemos con quien nunca ha dado que hablar y no pertenece a «nuestro mundillo».

    Menudo sentido de la provocación: para estas alforjas me quedo con el teatro de Els Joglars

    Un saludo compañero Javier, que te veo solitario en el blog: las vacaciones mandan…parece…

  2. [quote:998b04f2c4=»Epicuro»]¡Y cuánta razón tienes, amigo Javier…y cuánta nos quitan las audiencias! El caso es que vivimos en un país que, excediéndose en la máxima volteriana de «lo intrascendente está bien, sirve para no acabar colgándonos«; hace que, precisamente, nos entren ganas de colgarnos. Perdón por la metáfora, pero esto de los tomateros viene a ser lo que le pasa al xenófobo: como no puede estar muy orgulloso de sí mismo acaba estándolo por ser de donde es en contra de cualquier elemento exógeno.

    Vamos, que la pulsión psicológica del xenófobo se parece a la de los tomateros: no nos quedan personajillos con los que meternos, la emprendemos con quien nunca ha dado que hablar y no pertenece a «nuestro mundillo».

    Menudo sentido de la provocación: para estas alforjas me quedo con el teatro de Els Joglars

    Un saludo compañero Javier, que te veo solitario en el blog: las vacaciones mandan…parece…[/quote]

    Tiene tela el asunto del tomate aunque la comparación que haces con la xenofobia me parece muy oportuna. Si que me siento un poco solo en el blog y además he intentado darle la bienvenida al que se hace llamar Joan Fernandes y no me ha dejado así que lo hago desde estas líneas. Y a tí gran Epicuro Iñaki disfruta todo lo que puedas que ya llegara el invierno y nos helará de nuevo.

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