«Mis pensamientos sobre la prostitución e inmigración» ….
«Mis pensamientos sobre la prostitución e inmigración»
En todo el mundo cuatro millones de personas son explotadas sexualmente. En muchos casos, estas mujeres son sujetadas por dos cadenas, una la droga, y otra la prostitución. Se prostituyen para tener dinero para droga, se drogan y no perciben que se ofrecen de esclavas de la depravación humana. Círculo vicioso en el que entran, incluso voluntariamente con la expectativa de vida fácil o paraísos artificiales. A pesar de que se habla tanto de los derechos humanos, y de la dignidad de la mujer, los negocios de prostitución van en aumento. No se respetan los derechos humanos, y se pisotea la dignidad de la mujer.
En un informe que publicó la ONU en abril de 2000, denunciaba el tráfico de decenas de miles de mujeres para ejercer la prostitución, que son integradas, junto a menores, en redes internacionales de explotación sexual. Esta trata de blancas y de niños ha experimentado un auge vertiginoso en años recientes, debido a los gigantescos beneficios que arroja y el bajo riesgo para sus organizadores .Son más de 500.000 las mujeres importadas en Europa occidental de países del Este. Tan sólo en Italia hay más de 45.000 mujeres, dos tercios provenientes de Europa del Este y casi un tercio de África. Unas 75.000 brasileñas viven de la prostitución en Europa.
Hoy en día , el rostro de la prostitución es del de mujeres inmigrantes. Las dificultades para obtener permisos de residencia y trabajo legales imposibilitan su integración, por lo que se ven abocadas a ejercer estas actividades en sectores marginales. La presencia de personas extranjeras que ejercen la prostitución constituye una realidad. El fenómeno envuelve mujeres provenientes de África, Asia, Latinoamérica y más recientemente los países del Este de Europa. Muchas mujeres son reclutadas en sus países por mafias que se enriquecen a su costa, exigiéndoles elevadas sumas de dinero por introducirles en el mercado europeo. Exceptuando casos de chicas inmigrantes, que acceden voluntariamente a trabajar en la industria del sexo (algunas movidas por necesidades económicas imperiosas familiares, en el fondo verdaderos dramas humanos, intentando enviar dinero a sus países de origen para poder alimentar a sus familias) muchas desconocen las condiciones en las que deberán ejercerlo. El tema de las víctimas a ser descubiertas en una situación de ilegalidad les lleva a soportar los mayores abusos.
Lo peor de todo de este mundo de la prostitución es que los vicios de los adultos los sufren los niños inocentes. Las cifras de niños que son prostituidos son de escándalo. Unos diez millones de niños son obligados a prostituirse en el mundo, de los cuales cerca de 300.000 contraerán el virus del sida en el futuro.
Esto es una pequeña reflexión que nos debería hacer pensar que los derechos humanos no se respetan.
Facilitemos la integración de estas mujeres en nuestra sociedad y así se podrá evitar el enriquecimiento de esas mafias que están ocultas detrás de todo.
Maika