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Chica feliz busca lo imposible

viernes, 10 de octubre de 2008 Dejar un comentario Ir a comentarios

Dirección y guión: Mike Leigh. Intérpretes: Sally Hawkins, Alexis Zegerman, Andrea Riseborough, Samuel Roukin, Sinéad Matthews, Kate O’Flynn, Sarah Niles. Nacionalidad: Reino Unido. 2008. Duración: 118 minutos.

La interpretación de Sally Hawkins no deja opción, no admite equidistancias. No es culpa suya. La responsabilidad descansa en su director, un Mike Leigh que, tras pasarse años radiografiando la angustia social, las cloacas de la desigualdad y la perfidia del poder, se saca una película dedicada a las ganas de vivir. Mike Leigh, para quien no esté familiarizado con su trabajo, representa un estilo peculiar, una rara avis en un campo, el británico, dominado por fabuladores brillantes y documentalistas combativos. De acercarse a algún lado, nadie discutiría que Leigh se debe más a estos últimos, y que en su cine se perciben más rasgos comunes con Frears y Loach que con Scott y Ritchie. No obstante, un análisis más pormenorizado descubre algunas incursiones sorprendentes.

Buen director de actrices, Leigh repite aquí su ideario dando el mando del filme a Sally Hawkins. Su personaje, Poppy -¿alguien cabal con más de 12 años puede llamarse así?- habla sin parar, ríe sin que venga a cuento, a veces parece simple y, a veces, sobrevuela los pantanos del desafecto con la lucidez de un anciano sabio. El punto a debatir tras verla durante dos horas sin cerrar jamás la boca abre un foso insalvable. A un lado estarán los que no la soportan. Al otro, los que la disfrutan y hasta la entienden. Si usted es de los primeros, tendrá casi imposible gozar con la película. Ahora bien, el meollo de la cuestión, lo que le da consistencia, reside precisamente en lo que se encuentra en el fondo de ese foso profundo.

El interrogante que fluye de esa oscuridad plantea una única cuestión a través de una docena de afilados retratos reconocibles, conmovedores y verdaderos. La pregunta se resume en lo que está explícito en su título: ¿es realmente feliz el personaje de Sally Hawkins, se puede -podemos- ser feliz(es) en esta vida? La respuesta no admite negociación: no. No al menos de ese manera absoluta y satisfecha propia de los necios. El resto se enroca en la historia que se nos cuenta, un relato que abunda en detalles apreciables, en descripciones pormenorizadas y en una cuestión que a todos nos conmueve: el ansia de felicidad y las tribulaciones que sufre el ser humano para al menos sonreír ante la adversidad y confiar en el futuro.

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